- jueves 14 de abril de 2022 - 12:00 AM
Nos matan sin cuchillo ni disparar un arma
Panameños, nos matan sin cuchillo ni disparar un arma. Nos matan al hacer nombramiento o ascenso de personas sin capacidad ni interés en hacer un buen trabajo, sin idoneidad –cuando el cargo lo requiera- o de esos que no cumplen con las expectativas del cargo, designados por afiliación política o parentesco. Profesionales o no que incumplan el horario de trabajo.
Nos matan cuando crean corregimientos donde no hay recursos para comprar alimentos ni medicamentos, poblaciones dónde no hay centros de salud ni comedores escolares, pero crean presupuesto para gastar en politiquería; entonces: ¿es otra forma de asesinarnos o no?
Nos matan cuando sancionan leyes para reelección, a pesar de toda la información publicada en medios y redes, de nepotismo, botellas y demás, porque así ‘se simula democracia', cuando en la práctica son embotellados, garrafones con doble, triple o más formas de cobrar emolumentos sin haberlos trabajado. Aún en conocimiento público: nos siguen asesinando.
Ahora, pretenden establecer jornada de 10 horas de trabajo diario - como en la época de la esclavitud- simulando un día de economía, dónde el individuo no pudiere desplazarse por el supuesto ahorro de combustible. Otro asesinato al servidor público.
Trabajar cuatro días a la semana, por 10 horas diarias, la cumplirán los ‘borrigeros'. Pregunten a los directores, subdirectores y políticos casi de cualquier índole, ministros y similares, secretarios generales, miembros de juntas directivas, diputados, etc. , a qué hora llegan a su oficina, ¡cuando llegan!, así como: a qué hora se retiran. ¿Qué tiempo en horas trabajan efectivamente?
Pregunten qué uso le dan a los autos oficiales con placa particular -y a veces hasta con franja- o encubierta y cuántos vehículos hay por institución (la ley solo indica que deben ser dos). Dónde pernoctan, quién lleva el kilometraje por consumo de combustible utilizado, contra misiones oficiales efectivamente realizadas. Pregunten cuántos vehículos oficiales los usan como transporte para desplazarse más cerca de su vivienda (ida y vuelta). Dios te salve, Panamá.
ECONOMISTA, EDUCADOR, HUMANISTA.