El Mártir del Gólgota un socialista justo

El mundo conmemora la Semana Mayor, con inmenso fervor religioso la pasión y muerte del hacedor del mundo. El “Mártir del Gólgota” no nació en cuna de oro, nació en un pesebre y jamás olvido su origen humilde, sufrió la persecución de los romanos y de los gobernantes judíos, cuyo imperio de esclavitud e intolerancia dominaba casi todo el mundo.

En esa época Cristo descendió como líder y enfrentó a los crueles poderosos que mantenían en la esclavitud a los fieles que explotaban, cuyo propósito era acumular riquezas desmedidas, mientras los hombres morían por millares a causa del hambre. Cristo con todo y su poder, sacrificó su vida para salvar a la humanidad del pecado.

En el mundo actual, observamos a diario como los que mucho tienen se bañan en el Jordán de la hipocresía y la falsedad, pregonan a los cuatro vientos que son cristianos, porque de vez en cuando contribuyen con algunos alimentos y ofrendas en las misas dominicales y los diezmos en los templos evangélicos, pensando que serán absueltos de sus pecados.

En esta Semana Mayor, apelamos a que los que más tienen aporten sin egoísmos a combatir la desigualdad social, los gobiernos tienen que ser más solidarios con los más vulnerables, así evitaremos que mueran en el naufragio de la pobreza.

Estamos a tiempo para llevar a cabo una justa distribución equitativa de la riqueza, evitemos la hambruna, condenamos el juega vivo, la avaricia, el apegó a lo material, el mejor ejemplo para estar en paz y con la conciencia tranquila, es ofrecer sin recibir nada a cambio.

El invento del hombre con la globalización y el capitalismo salvaje ha demostrado un total desequilibrio social. Estamos a tiempo de cambiar de actitud.

Cristo era un hombre justo, por eso que en esta semana recordamos con devoción y admiración al “Mártir del Gólgota”.