El maestro de las emociones

Se ama lo que se conoce, y tratar de entender la inteligencia de Cristo y la forma en que se manejaron sus emociones es motivo de gran admiración. El Dr. Augusto Cury, en sus libros, nos lo describe. Este autor analiza y desmenuza la personalidad de Jesús, y nos muestra distintas reacciones y respuestas ante los sucesos y escenarios a lo largo de su vida y obra.

Jesús vivió ante mucha presión y persecución en su vida pública, experimentó situaciones extremadamente tensas y dolorosas física y espiritualmente. Tenía la respuesta adecuada ante las malintencionadas interrogantes de sus detractores. Existen muchos ejemplos de situaciones en las que se dieron respuestas correctas ante preguntas maliciosas y situaciones difíciles. Para poder actuar de esta forma, debió desarrollar un poderoso autocontrol y manejo de sus emociones.

Jesucristo vivió momentos de tristeza, de angustia extrema, episodios de ira (expulsión de los mercaderes del templo). Permitió que estas emociones se procesaran y utilizó la fuerza que genera el dolor como fuente de inspiración para crear y no destruir.

Vivió momentos de gran dolor. Al saber que estaba abandonado e incomprendido y traicionado por sus cercanos, a quienes amaba, era consciente de su realidad. Sabía que sus acciones tenían riesgo de muerte en la cruz. Lo vimos expresar angustia, dolor y tristeza en sus últimos días, pero tuvo muchas reacciones de calma ante situaciones de ansiedad y tuvo la sabiduría para alejarse, meditar y orar para recuperar la mesura y el control.

Jesús era lúcido, tranquilo, sereno, extremadamente auténtico y coherente. Tenía un inmenso amor y respeto hacia la humanidad. Quiso enseñarnos todo, no solo algunas cosas.

ABOGADA, MEDIADORA, COACH