- martes 29 de octubre de 2024 - 12:00 AM
La Liga Panameña de Fútbol (LPF) lleva un año más enfrentando los mismos problemas que hace una década atrás.
La falta de inversión en infraestructura, la desigualdad competitiva entre equipos y la escasez de patrocinios, son algunos de los problemas que se traducen en condiciones de juego que no deberían ser parte de una liga totalmente profesional.
Así mismo, estos problemas se trasladan a los estadios, con una disminución en la calidad del espectáculo y el fútbol, desembocando finalmente en menor atracción por sus juegos y estadios vacíos.
Si bien es una situación reversible, se necesita un esfuerzo conjunto de todos los actores. El gobierno debe aumentar su inversión en el deporte, de igual forma las empresas privadas con los patrocinios, que son vitales para la sostenibilidad económica de los equipos.
La LPF tiene un potencial enorme, pero necesita ser cultivado y desarrollado.