• sábado 01 de febrero de 2025 - 12:00 AM

¡Los hechos y las vivencias pesan más que las palabras!

Basados en las declaraciones del nuevo Secretario de Estado sobre el Canal de Panamá durante la audiencia de su confirmación en el Senado, que las ha repetido más recientemente como prólogo de su visita, prevista para iniciarse hoy, por cuanto están absolutamente alineadas con la posición marcada por el presidente Trump en su discurso de toma de posesión, deben servirnos como advertencia de lo que podemos esperar, pues todo indica que, antes que buscar objetividad, con mente abierta, el Sr. Rubio viene a tratar de alimentar sus afirmaciones de los supuestos peligros de la presencia china.

Ante ese hecho, del cual debe estar plenamente consciente el presidente Mulino, la prioridad debe ser convencerlo de su error con hechos y vivencias comprobables. Por eso, sería conveniente que, como primera medida, la entrevista entre ambos, en vez de en la presidencia, tenga lugar en el edificio de la administración del Canal y en dos etapas: la primera, en privado entre el presidente y el secretario Rubio, y la segunda, incorporando a las personas que el presidente estime que mejor pueden servir a ese propósito, entre los que debe estar el administrador Vásquez. Aceptar todas las interrogantes que quiera formular el visitante y responderlas con claridad y contundencia, debe ser la tónica de ese encuentro.

La agenda específica que cubrirá el visitante no ha sido revelada, pero como complemento a la entrevista en el edificio de la administración del Canal, se le debiera invitar a un recorrido por el propio Canal, sus puertos terminales y a la obra del cuarto puente.

El fundamento histórico y jurídico de nuestros derechos soberanos sobre el Canal son claros y el secretario Rubio, por tener formación jurídica, no los desconoce. Pero como la embestida provocada por las declaraciones del presidente Trump no los contradice, sino que se basa en supuestas amenazas que se pueden rebatir con hechos y vivencias, aprovechar su visita “para desarmarlas in situ” puede servir para alejar los fantasmas inventados sobre el Canal y devolver nuestras relaciones bilaterales al cauce de la normalidad.

Ante ese hecho, del cual debe estar plenamente consciente el presidente Mulino, la prioridad debe ser convencerlo de su error, con hechos y vivencias comprobables