Este año que apenas inicia, han ocurrido torrenciales lluvias inusuales durante el mes que transcurre, producto según los expertos ocasionados por el fenómeno de La Niña, debido a la combinación de altas temperaturas y la humedad.
El fenómeno de La Niña se caracteriza por el enfriamiento de las aguas superficiales del Pacífico ecuatorial que afecta la circulación atmosférica tropical que tiene incidencia directa en el país.
La situación actual de las lluvias trae preocupación a los trabajadores del campo, que, durante esta época del año, se preparan para preparar la tierra para los diferentes cultivos, que requieren de la energía solar y que ahora, trastoca el período de siembra y por consiguiente el de la cosecha.
De mantenerse este tiempo, podría ocasionar el aumento en los precios de los alimentos y productos que se originan en las Tierras Altas y otros sectores del país.
El turismo interno, es otro rubro que se ve afectado por este fenómeno, ya que disminuye la cantidad de personas que viajan a los distintos lugares de diversión, llámese playas, ríos y balnearios. Los hoteles y lugares de alojamiento son afectados directamente, porque disminuye la cantidad de clientes que eviten viajar cuando es la temporada lluviosa.
La salud, los resfriados constantes por este período, especialmente en niños y la población adulta mayor, son los que más sufren estos cambios. Los cuartos de urgencias de los hospitales son un reflejo de esta situación que aqueja a la población.
En el último fin de semana, se dieron cinco muertes por inmersión en provincias como Chiriquí, la provincia de Colón y en la ciudad. A pesar de las advertencias que se dan por instituciones como el Sinaproc y el Instituto de Meteorología e Hidrología de Panamá, las personas no toman precauciones cuando visitan las playas y ríos del país.
Los organismos de seguridad con frecuencia informan que el mejor anillo de seguridad es uno mismo. Queda en manos de cada uno de los panameños que visitan esos lugares de diversión, guardar las precauciones y hacer caso a los pronósticos del tiempo.
El turismo interno se ve afectado al disminuir la cantidad de personas que viajan a las playas, ríos y balnearios.
