De la Asamblea salen leyes buenas, malas, pésimas y absurdas. Ya lo vivimos con el mamotreto de la Ley 406 de la minera, donde la población se hizo sentir en las calles, en octubre y noviembre de 2023, con el respaldo incondicional de nuestros hermanos Ngäbe Buglé, logrando la inconstitucionalidad.
Ahora, en la discusión del proyecto de Ley 163, que cercena el derecho a una pensión de jubilación que, si a la fecha es ínfima, a futuro será para indigentes. Se esperan fuertes protestas.
Se ha estimado que una persona devengando actualmente un salario de 1,100 dólares mensuales, con la ley 51, pudiera recibir 660 dólares mensuales, pero con ese nefasto proyecto 163 recibiría 320 dólares mensuales.
Es obligatorio analizar esos “pequeños” detalles. Pudieran estar jugando con el futuro de las personas menores de 50 años, los cuales, con esas pensiones, alcanzarán la mendicidad.
Recuerden que con la nefasta Ley 406, se sumaron muchos Judas. 45 apátridas la aprobaron en abierta violación a 25 artículos de la Constitución Nacional. Ahora con el Proyecto 163, de la CSS, se suma a 48 los diputados que traicionaron la voluntad popular.
Extendemos un llamado a los policías en su actuar. No somos maleantes ni corruptos. Somos ciudadanos igual que sus parientes, de los cuales muchos pudieran estar en las calles manifestándose. Evitemos aquel evento en avenida Balboa. Trátennos con prudencia.
Ustedes: antes, durante y después de ser policías, son ciudadanos. Estamos defendiendo sus derechos. Agradecemos actuar con prudencia en estas y todas las manifestaciones populares.
No agredan a la población que se manifiesta defendiendo sus derechos. Recuerden: NO EXISTE DE DEBIDA OBEDIENCIA en la Constitución ni ley alguna.
Ustedes, con o sin uniforme, son ciudadanos. Con padres, hijos, hermanos, parientes, pareja, etc. y ese nefasto proyecto, les perjudicará directa o indirectamente a cada uno de ellos.
Bien lo decía Omar Torrijos Herrera: “Quien más consulta, menos se equivoca”. Al parecer la Asamblea no escuchó las propuestas de la ciudadanía. Dios te salve, Panamá.
Economista, educador, master en Recursos Humanos.