La libertad de prensa, el conspiracionismo, la persecución y Assange 

El día Mundial de la Libertad de Prensa fue establecido a instancias de la UNESCO en 1993, a celebrarse el 3 de mayo de cada año.  En ocasión de esta fecha en el 2023, el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, señaló, entre otras cosas, que la “verdad está amenazada” por quienes buscan “difuminar las líneas entre lo real y la ficción, entre la ciencia y la conspiración”.

Y es precisamente esa tesis la que esgrime Ignacio Ramonet, en su reciente libro dado a conocer en Panamá: “La era del conspiracionismo” (Siglo XXI Editores Argentina, Buenos Aires, 2022), quien nos habla de cómo se ha generalizado la cultura de la mentira a través de los llamados bulos o “fake news”, que en manos de sectores extremistas ha significado la movilización de millones de personas en el mundo, tal como ocurrió en el asalto al Capitolio norteamericano del 6 de enero de 2021.

Además de la desinformación imperante, Guterres denuncia la censura, persecución y ataques de que son víctimas los periodistas y medios de comunicación.  La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) y Reporteros sin Fronteras han denunciado la alta tasa de asesinatos de periodistas en América Latina, al mismo nivel de los países en guerra, pues sólo en los últimos 6 meses han sido ejecutados 10 comunicadores en la región.

En el caso de Panamá, la SIP ha expresado su preocupación por las demandas a medios y periodistas, que buscan intimidar o desalentar las denuncias de situaciones de corrupción, lo cual atenta contra la libertad de prensa; así como la opacidad en el acceso a la información de interés público.  Recordemos que el derecho a la información forma parte de la libertad de expresión y opinión contenida en el artículo 19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos.  La ANTAI sancionó en días pasados al diario La Prensa, por utilizar fotografía y datos sobre cupos de transporte público del Presidente del CEN del PRD, Benicio Robinson, con multa de B/ 5,000, buscando como excusa la protección de sus “datos personales”.

De otra parte, Julian Assange, fundador de Wikileaks en 2006, requiere de toda la solidaridad internacional, pues como dijera el presidente de México, Andrés López Obrador, la persecución instrumentada por EU contra él ha sido “un inaceptable agravio a la libertad de expresión”.