• lunes 05 de mayo de 2025 - 10:00 AM

Libertad de expresión: responsabilidad compartida

La libertad de expresión no se sostiene únicamente desde el periodismo.

Para comenzar este género informativo, comparto la opinión de Alexander Meiklejohn, señalando que la libertad de expresión no es un privilegio personal, es un derecho fundamental de la ciudadanía y la democracia. En ese mismo orden de ideas, cada 3 de mayo, nos unimos a conmemorar el Día Mundial de la Libertad de Expresión, cuyo objetivo principal es reflexionar sobre un derecho esencial para la convivencia social.

De esta manera, se busca fomentar el diálogo entre las personas, ya que comunicarse de forma ética, veraz y estratégica requiere un entorno propicio donde las ideas puedan compartirse a través de diversas técnicas de comunicación, como foros, debates y simposios, entre otros.

Relacionando lo antes expuesto, la importancia de promover el diálogo en situaciones de crisis forma parte de las competencias del relacionista público. Sin embargo, esto solo es posible en sociedades donde se respeta la libertad de expresión y de prensa, dado que su rol es crucial en la defensa de una comunicación responsable y libre, tanto a nivel interno como externo de las organizaciones.

Al buscar información para la redacción de este artículo, encontré la perspectiva de James E. Grunig, quien sostiene que “La comunicación ética y abierta entre organizaciones y públicos requiere un entorno donde se garantice la libertad de expresión y el acceso a la información”. En consecuencia, las técnicas de comunicación antes mencionadas, desempeñan un papel muy importante para que los públicos puedan expresar su opinión de manera respetuosa.

Por otro lado, al leer lo escrito por Shirley Leitch, encontré la afirmación de que “Las Relaciones Públicas responsables no pueden existir sin libertad de expresión, ya que permite el intercambio abierto y crítico de ideas entre organizaciones y sus públicos”. Además, sostiene que los relacionistas públicos tienen una responsabilidad social y ética que va más allá del simple interés corporativo. Por lo tanto, deben promover y proteger entornos donde se valore el debate público y el derecho a expresarse de manera respetuosa, considerando que este es un derecho humano y forma parte de uno de los ejes temáticos de la responsabilidad social. Es por ello que las autoridades de las organizaciones deben escuchar a sus públicos internos, convirtiéndose esto en una buena práctica.

Es importante resaltar que, la libertad de expresión no se sostiene únicamente desde el periodismo. Desde mi punto de vista, es una responsabilidad compartida entre diversos profesionales que actúan como actores clave: periodistas, comunicadores sociales, relacionistas públicos, publicistas, productores de radio y televisión, académicos, influencers, medios digitales, universidades, instituciones públicas y privadas, y la ciudadanía en general, cada uno desde su área.

No obstante, estos profesionales juegan un rol vital al promover mensajes que buscan informar, educar y conectar con distintos públicos, con ética y transparencia. Su trabajo es fundamental para comunicar campañas institucionales que refuercen el respeto por la expresión y los derechos ciudadanos.En resumen, la libertad de expresión es un trabajo de todos. En este contexto, los comunicadores sociales, de una u otra forma, realizan una labor de información, ya que su trabajo se ve directamente beneficiado por las condiciones de libertad informativa, siempre ejercida de manera respetuosa y profesional.

Profesora universitaria