Existe una herramienta en el camino del autoconocimiento que se llama ley del espejo. El creador es Yoshinori Noguchi. Escuché hablar de ella en una clase en que el instructor de la corriente Gestalt nos señalaba la importancia de notar que mucho de lo que nos molestaba en otras personas estaba dentro de nosotros.
Esta ley tiene cuatro principios
Lo que me molesta del otro está dentro de mí
Imaginé a un petulante que me descomponía, esa persona reflejaba mi orgullo y vanidad. No fue fácil reconocerlo y lo importante fue darme cuenta y hacer un trabajo personal para desmontar aquella característica del otro que yacía en mí.
Lo que al otro le molesta de mí, si me molesta, está dentro de mí
Este enunciado fue igual de impactante cuando lo interioricé. Tiene que ver con la autoestima y la madurez al recibir críticas, y cuando estas causan un impacto negativo en la persona. Si la crítica nos descompone y nos paraliza, nos falta reconocer que eso que causa malestar en nosotros es una voz de alerta que nos indica que hay un trabajo personal que realizar.
Lo que me gusta del otro también está dentro de mí
La admiración personal sincera a los atributos de otro ser humano está dentro de nosotros. Si admiramos una habilidad personal de una persona, tenemos potencial para desarrollarla. Esa es una buena noticia.
Lo que al otro le molesta de mí, si no me molesta, está dentro de él.
Cuántas veces nos hemos sentido incomprendidos, pero no molestos, sino confundidos, por recibir alguna crítica personal que vemos en el otro y no en nosotros. Así sabemos que no es asunto nuestro.