- sábado 07 de enero de 2023 - 12:00 AM
Las letras pequeñas
Después de varios intentos, se aprobó la ley 350 que regulará el ejercicio de la abogacía en Panamá. Esta ley empieza a regir 3 meses después de su promulgación, lo que le da un respiro dentro de su agonía a la ley 9 de 1984, que hasta este momento es la aplicable para los abogados actualmente.
La nueva ley fue promulgada en Gaceta Oficial número 29,686-B del 21 de diciembre de 2022, consta de 40 artículos y llevó en la denominación del Proyecto 809 de 2022. No podemos olvidar que esta iniciativa, tuvo un veto presidencial lo que obligó que regresara a la Asamblea para atender el criterio presidencial.
Dentro de todo, el cuerpo legal sancionado por el presidente, en su artículo 5 dispone que los abogados extranjeros, bajo condiciones expresadas en convenios internacionales, "podrán asesorar" exclusivamente en materia de derecho internacional y en la legislación de la jurisdicción en la que el abogado extranjero es idóneo, en el territorio de la República de Panamá.
Este asesoramiento no incluye representación en los tribunales y cortes o autoridades judiciales, administrativas o marítimas, en el territorio de Panamá.
Este tema genera cierta preocupación en el mundo forense, por considerar que deja la abierta una autopista para que extranjeros puedan ejercer, violando la restricción de ser una profesión exclusiva para nacionales panameños. Entendemos que deben existir "principios de reciprocidad" entre países que garantiza que extranjeros puedan ejercer en Panamá y que los panameños puedan ejercer en sus países. Esto supone igualdad de condiciones, "pero el escenario no es el mismo cuando la moneda de curso legal no es igual o se equipara a la nuestra".
En lo personal, pensamos que este artículo, debilita el ejercicio de la profesión de abogado, dejando una apertura a la frontera profesional y hasta efectuando una globalización indirecta. La ley que busca regular el ejercicio el derecho, debió contemplar aspectos tendientes a mantener una igualdad académica de tal manera que se logre uniformar el pensum, y acabar con el abismo de conocimiento entre universidad y universidad.
El permitir el ejercicio profesional de extranjeros, es peligroso ya que genera el desplazamiento del nacional. En todo caso, lo único que podríamos considerar y esto luego de un análisis profundo sería que se le permita ejercer la educa que permita intercambiar experiencias y criterios a nivel de licenciaturas, maestrías y doctorados.
ABOGADO