- martes 26 de noviembre de 2024 - 12:00 AM
Las cotizaciones de los jubilados
Muchos se oponen a que a los jubilados se les permita seguir trabajando. Por fortuna, la justicia liquidó esas intensiones de privar al jubilado del derecho al trabajo. De seguro que si el monto de las pensiones recibidas fuera justo, la mayoría de los jubilados permanecerían tranquilos en sus casas.
Como resulta ilegal impedirle al jubilado que labore, es justo que siga cotizando a la Caja. Aquí empiezan los problemas para el jubilado, pues aunque sus cotizaciones ingresan al fondo de la Caja, por razones desconocidas estos aportes en nada incrementan el monto de la pensión fijada.
En base al sentido de solidaridad se justifica esas deducciones hechas a nuestras pensiones. Lo que sí carecería de sentido es que éstas beneficien a otros, menos al mismo jubilado. Entonces, ¿en qué concepto se hacen estas deducciones? Si los jubilados seguimos activos y de la Caja nada recibimos como contraprestación, esas “cuotas” sólo pueden ser consideradas “un regalo”.
Esto parece ser un acto de represalia ejercido injustamente por de las autoridades del Seguro Social contra el jubilado que decide y puede seguir laborando. No hay manera de justificar la “dádiva” que a la fuerza se nos obliga a los jubilados a hacerle a la Caja de Seguro Social.
En el actual proceso de reforma de la legislación de seguridad que se viene desarrollando, esta anomalía no recibe atención. No tenemos idea de la cuantía a la que ascienden los fondos que la Caja de Seguro Social por esta vía ha venido captando a lo largo de los últimos años.
En la crisis de la Caja, estas son las posturas que se enfrentan: El empresariado pretende reducir sus aportaciones; el Estado brinda un trato de “guante blando” a sus deudores, y los beneficiarios buscan aumentar la calidad y cantidad de sus prestaciones. Sin embargo, la satisfacción de las aspiraciones del jubilado-trabajador dependerán de uno de la aparición de uno de esos “milagros legislativos”.
Todas nuestras cotizaciones deben redundar en nuestro propio beneficio. Podemos aceptar que se nos sigan haciendo esas deducciones sobre nuestros salarios, pero es inaceptable que sigamos cotizando y que estos aportes no le genere ningún beneficio personal al jubilado-trabajador”.