La silla

Mientras el gobierno va rumbo a la recta final de su administración, los colectivos políticos, y los independientes se mueven con agilidad para estar en la carrera por la silla en mayo del 2024.

Recordemos que en las elecciones pasadas, todos los candidatos presidenciales se vieron obligados firmar un compromiso de reformar la Constitución Política, y aunque la administración Cortizo lo hizo, su intención fue reducida en los primeros días de gobierno.

La Asamblea Nacional y miembros de la sociedad civil exigieron algunos temas que generaban cambios de consideración a la propuesta inicial. Llevando a Laurentino Cortizo a marcar el primer negativo en su gestión, retirando la propuesta y archivándola en algún lugar lo suficientemente remoto para no volver a sacarla.

Ahora, luego de tanto tiempo el mismo tema surge y hablan de una quinta papeleta para que en las elecciones generales donde se eligen Presidente, Alcalde, Diputados y Representantes, se consulte al pueblo en ese acto democrático, con el fin de conocer si desea una reforma constitucional.

Esta gran interrogante sería respondida por el pueblo panameño y debe ser ejecutada inmediatamente, cumpliendo los procedimientos que contempla la propia Constitución.

Me pregunto si esto realmente ocurrirá o terminará con frases cajoneras y recurrentes que nos expresen "No hay las condiciones para reformar la Constitución", ocasionando nuevamente el incumplimiento de pactos previos, al cual adicionamos una consulta popular.

Los temas que muchos quieren que sean incluido en el nuevo pacto social son: la elección de Magistrados, los mecanismos para investigar a los Diputados y Magistrados, el matrimonio igualitario, entre otros.

Pero siento, que un tema que no podemos dejar de lado, es la segunda vuelta electoral para el cargo de Presidente, debido a que el sistema que actualmente tiene Panamá, le da el triunfo al que más votos obtiene, que en mucho de los casos no tiene la representatividad del electorado, por ser incluso inferior al 40% de los votos emitidos.

Igualmente, debemos considerar la consulta de revocación de mandato para los presidentes, con el fin de permitir que el pueblo evalúe la gestión del gobierno de turno a la mitad de su mandato. De tal manera que si cumplió lo propuesto en campaña continúe hasta el final, y si no lo hizo que no termine.

La ventaja de esta posibilidad salvaría al pueblo de tener un matrimonio forzado con personas incompetentes, o que dentro de sus habilidades ejerzan el latrocinio, o el abuso de poder.

Estas iniciativas deben ser estudiadas y valoradas por los ciudadanos, no podemos ni debemos cada 5 años, conformarnos con lo mejor de lo peor, ni tampoco tener que tolerarlos por 60 meses, impactando negativamente en la Cosa Pública, y en nuestras vidas.