- lunes 25 de noviembre de 2024 - 12:00 AM
La religión que unió a los panameños
La lucha por la reconquista del control del Canal de Panamá y la recuperación de los terrenos mal llamados Zona del Canal, que fueron cedidos a los Estados Unidos en los inicios de nuestro devenir como República, fue la argamasa que unió a los panameños no solo hasta que se logró la firma de los Tratados Torrijos Carter, sino hasta el día que nuestro principal activo como nación pasó a manos panameñas, hace casi 25 años. Algunos teóricos afirman que, una vez lograda esa hazaña, los panameños no tenemos otra misión que nos una.
Gracias a una gentil invitación de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) pude asistir a la presentación de un libro que conmemora los 30 años de haberse logrado el título constitucional de la ACP el pasado lunes. El acto lo inició Rodrigo Noriega, con emotivas palabras, seguido de un discurso magistral del actual administrador, Ricaurte Vásquez, que nos dejó a todos impresionados, sobre todo porque no tenía ni un papel ni “telepromter” enfrente (por lo menos yo no lo noté). Presentes estaban los tres administradores que han tenido la responsabilidad de estar frente a esa instancia que maneja los destinos de la vía acuática (el cuarto murió hace unos meses, que fue el primero, el Ing. Gilberto Guardia). Un magistrado de la Corte, el Procurador de la Administración, un exvicepresidente y para de contar. Por supuesto periodistas, estudiantes, personas interesadas en el tema y lo que tercie.
El título constitucional del canal es una figura inédita, que se logró durante dos administraciones ejecutivas diferentes y de partidos totalmente opuestos y que garantiza la independencia y el profesionalismo de la Autoridad del Canal de Panamá y lo protege de los vaivenes de la política. Es un logro más de Panamá, como lo fue la firma de los tratados. Y allí estuvimos para celebrarlo, pero que no fuera ni el Ministro del Canal, ni los miembros de la directiva, ni un representante del Órgano Ejecutivo me ha dejado una interrogante muy grande y un pesar tremendo por la poca importancia que se le está dando a una institución que es el orgullo de todos los panameños.