• lunes 28 de abril de 2025 - 10:05 AM

La realidad del maltrato animal en la era de las redes sociales

Las redes pueden ser aliadas poderosas para visibilizar el maltrato y generar presión ciudadana

Por: David Reyes

Con el auge de las redes sociales y la inmediatez con que se propagan hechos impactantes, hemos tomado conciencia de numerosas situaciones que, en ocasiones, no son reportadas por los canales tradicionales. Entre ellas destaca el maltrato animal, que afecta sobre todo a especies domésticas y de granja.

Los casos más frecuentes involucran a perros y gatos. Las formas más comunes de abuso incluyen golpes, mantenerlos amarrados bajo el sol durante días, abandonarlos en lugares desconocidos, privarlos de alimento y casos graves de zoofilia. Sin embargo, existen otras prácticas que rara vez se mencionan y también deben visibilizarse. Una de ellas es la explotación de hembras para la cría con fines comerciales. Aunque existen criaderos certificados, también proliferan aquellos que ven en una hembra la oportunidad de generar ingresos rápidos sin mayor control ni bienestar animal.

Es importante que, como sociedad, asumamos nuestra responsabilidad y trabajemos para proteger a los animales que dependen de nosotros. Las redes sociales pueden ser aliadas poderosas para visibilizar el maltrato y generar presión ciudadana.

En Panamá, el maltrato animal está penalizado por la Ley 70 sobre Protección Animal, que tipifica conductas sancionables, desde multas hasta penas de prisión.

Entre enero y febrero de este año se registraron 28 denuncias por delitos contra animales domésticos. Según el Ministerio Público, durante todo 2024 se contabilizaron 155 denuncias por maltrato. Si todos nos atreviéramos a denunciar, estas cifras serían aún más alarmantes.

El abuso contra perros y gatos genera siempre una profunda indignación en redes sociales, pues son seres que no pueden hablar ni defenderse. También se reporta con frecuencia el maltrato hacia equinos, especialmente yeguas, en zonas del interior del país. En febrero se registró un caso estremecedor en Veraguas, donde una yegua murió tras ser violada por varios hombres. Estos actos, aunque documentados, rara vez concluyen con sanciones ejemplares. Por ello es urgente que las autoridades y la ciudadanía se mantengan vigilantes ante el sufrimiento de quienes no tienen voz.

En este mes dedicado a la prevención del maltrato animal, debemos redoblar esfuerzos para evitar que más perros, gatos u otros animales domésticos sean víctimas de abuso. El ser humano, que se dice racional, sigue siendo su principal agresor. El apoyo a las organizaciones de rescatistas y las campañas de prevención contra el maltrato animal son imprescindible para que nosotros los seres humanos entendamos que debemos proteger a nuestros animales sobre todo a los de compañía.

Adoptar un perro, un gato o cualquier otro animal es asumir un compromiso de años —quizás cinco o quince, según su esperanza de vida—. Esa responsabilidad implica más que alimentación, techo y una foto en redes sociales con luciendo un lindo perro o gato: significa cariño, paseos, atención veterinaria y protección constante. Porque ellos, aunque no entiendan nuestras palabras, sí sienten nuestro trato.

Abogado

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