La plancha a temperatura adecuada plancha bien. En otrora época era difícil e incluso peligroso hacerlo, porque eran de hierro y se calentaban directo en el fuego, poco a poco fue evolucionando su fabricación y hoy día las hay hasta para llevar en el bolso, facilitándonos la vida.
En materia electoral, se le llama voto plancha al emitido por todos los candidatos de una misma papeleta, es un método utilizado por los partidos políticos unos más que otros y que les ha garantizado sacar electos a sus candidatos, pero en la pasada campaña electoral y de manera ingeniosa y creativa un grupo de candidatos por libre postulación pidieron el voto plancha y les dio excelente resultado. Antes este método ha sido cuestionado, así como la adjudicación de curul por residuo, sin embargo, todos lo pueden utilizar y beneficiarse.
La plancha sí plancha, en esta ocasión benefició a los candidatos por libre postulación imprimiendo una nueva dinámica al quehacer político y a la manera de hacer política. Esto debe permitir renovar espacios de toma de decisiones con nuevas figuras quienes tendrán la oportunidad de no hacer lo que antes han cuestionado o descalificado, aportar sus ideas y contribuir a reales transformaciones en los espacios políticos.
Los partidos y candidatos tradicionales fueron planchados. Se percibía en el ambiente que no querían saber nada de partidos políticos, no se identificaban con sus colores, ignoraban a activistas, no se acercaban a las toldas, votaban y se retiraban; pocos se quedaban en el centro de votación. Noté una tensa calma y silencio ensordecedor, ese silencio gritaba: “voto castigo”. La plancha que antes los benefició ahora los sacó del escenario político o los dejó mal parados.
