- miércoles 18 de junio de 2025 - 5:00 AM
La otra paternidad
Escuché a una madre decirle a su hija: «Quiero que me felicites en el Día del Padre». Ella, con incomodidad, respondió: «Eres la mejor mamá del mundo, pero no puedo felicitarte, porque no eres mi papá». Esto era totalmente cierto.Una madre jamás podrá suplantar a un padre en la crianza de sus hijos.
Puede que este vacío solo sea llenado por una figura paterna, como lo puede ser un tío, un abuelo o un buen padrastro, pero jamás por su madre, por muy buena que sea. Existen aspectos de la crianza de padres a hijos varones en cuanto a la trasmisión del modelo masculino que son fundamentales, los hijos observan a sus padres e imitan su comportamiento y se identifican.
En las mujeres, los padres comparten la visión del mundo con el ojo masculino, son cruciales en la transmisión de la forma en que ellas se relacionarán con el sexo opuesto. También trasmiten autoestima y disciplina. Una amiga me describió la sensación de seguridad que sentía al recordar cuando su padre la alzaba en brazos. Recuerdo haberle dicho muchas veces a mis clientes que los conflictos generados en separaciones y divorcios traumáticos afectan a hijos e hijas.
Unos y otros necesitan a su mamá y la seguridad y el amor de su papá para poder afrontar la vida de una manera saludable. El papel del papá en la crianza de los hijos es fundamental, porque sus manos son importantes para modelar el carácter de sus hijos y hacerlos fuertes y sanos. La crianza puede trasmitirse con los padres unidos o separados, pues los padres no deben divorciarse de sus hijos: esa frase fue repetida muchas veces en mi vida.