La fanaticada local es muy exigente

La afición local está perdiendo la paciencia; cuando el nuevo monarca pesado recibió el fajín todo era color de rosa, pero ya se comenzaron a escuchar silbatinas en diferentes tinglados del país, porque algunas de las promesas de campaña no se han cumplido.

Van seis meses de gestión de este campeón que ha tenido que batallar en varios frentes. Recordemos que estamos en medio de la velada para salvar el Cajetón y que la fanaticada se ha revolucionado por el tema de la edad para colgar los guantes.

Pablo Pueblo es exigente y desea salir de la crisis del chenchén que tiene a miles a punto de caer de espaldas a la lona.

Otro sector de la fanaticada tiene la esperanza de que el campeón pesado, en los asaltos venideros, le dé vuelta al combate y la cosa mejore. Debemos recordar que tiene poco tiempo portando el fajín.

Algunos que saltaron a la fama con la esquina independiente están perdiendo popularidad, como la que se coronó recientemente en el distrito, tinglado que está cercado por los desechos. En redes hay quienes están cuestionando su rendimiento.

La mandamás de más allá del puente es otra que no las tiene todas consigo; desde que recibió el cinturón adoptó una estrategia defensiva.