De la autoría del compositor santiagueño Omar Alfanno e interpretada por el boricua Gilberto Santa Rosa nace el éxito musical ‘Conciencia’, un clásico del genero de la salsa que aborda el eterno conflicto existencial entre los sentimientos y la lógica. El maestro Alfanno logra capturar en su letra la complejidad surgida a través de una historia donde no se ponen de acuerdo la conciencia y la razón.
La analogía es clara y debate el eterno conflicto entre lo correcto y lo incorrecto, abordando las ligerezas surgidas con relación a los sentimientos. La conciencia define el conocimiento que tiene el ser humano sobre sí mismo y su entorno, mientras que la razón aborda la facultad de pensar y reflexionar sobre los juicios.
La razón juzga a la conciencia en base a la perspectiva para justificar la validez o sustento de las acciones predeterminadas. No es más que el peso que soporta la conciencia sobre las decisiones que entran en conflicto con lo moralmente establecido.
A diario las personas tienen que discernir entre el bien y el mal, entre lo correcto y lo incorrecto. En el ámbito personal se trata de la conciencia, pero cuando la repercusión de los actos compete a la esfera social y puede afectar a terceros, entra a regir un código jurídico que establece las normas de convivencia colectiva.
En un Estado de derecho todos los ciudadanos e instituciones dentro de la misma jurisdicción son responsables ante la ley que los rige. Las interpretaciones morales o éticas establecidas culturalmente deben estar contenidas en el marco legal; en caso contrario, cabe la adecuación en función de los parámetros de legislación establecidos.
Si hubiese una ley que contravenga con algún principio moralmente actualizado, se debe normar jurídicamente; pero jamás se debe valorar desde el poder del Estado una acción legalmente constituida a discreción.
