- martes 24 de mayo de 2011 - 12:00 AM
La Boa constrictora
La Boa constrictora es una de las serpientes más grandes y fuertes de entre los seres que se arrastran. Se dice que perdió las patas hace mucho tiempo, talvez las metía mucho, talvez no las usaba; y si bien no es venenosa, no deja de ser mortal. Son animales solitarios y nocturnos. Prefieren la oscuridad para salir a cazar. Les gusta trepar y tender emboscadas a sus presas. Hay gente que hasta les toma cariño, las meten en su casa para acabar con las ratas y otras alimañas.
Debido a su mala visión, dependen de sus instintos para detectar a sus presas. Entre ellas se incluyen aves de tamaño moderado y roedores, pero hay registrados casos en los que se han tragado animales mayores. Sienten especial predilección por los vampiros tránsfugas, a los que capturan desde los árboles, en pleno vuelo. Mata a sus presas mediante constricción hasta estrangularlas y luego se las traga poco a poco.
Hay una especie que solo se encuentra en Panamá, la Constrictor de Las Perlas (C.D. o C.D.P.) la cual es del grupo de las boas albinas porque es muy blanca y su seseo es muy particular; cuando se prepara para engullir a su presa hace ssssssdddddd y es muy engañosa para rendirla. Primero, la rodea y la va abrazando cariñosamente mientras la adormece con su seseo…sssssssddddd…ssssssdddd, luego la va apretando poco a poco y cuando la presa ya no pueda zafarse, la aprieta más y empieza a romperle los huesos hasta hacer de ella un guiñapo que casi enseguida muere.
Enseguida abre su boca y se la empieza a tragar lentamente. Se puede pasar al lado de una Boa C.D. y no sentirse amenazado si se le ve la panza grande, pero esto es solo mientras está digiriendo su presa, pues luego volverá a trepar y a preparar el siguiente ataque.
Una Boa C. D., muy conocida en Panamá, fue vista tragándose una rata casi que de un solo bocado, a continuación se tragó un gallo, el cual le salió respondón porque le quiso clavar las espuelas, al darse cuenta, un poco tarde, que el abrazo no era de cariño, pues el gallo también estaba en el menú, y finalmente, la vieron abrazando con muy malas intenciones a un burro. Por eso, algunas personas con cierta experiencia sostienen que conseguir una boa para acabar con las alimañas no siempre resulta una buena idea.
EL AUTOR ES ABOGADO Y PRESIDENTE DEL PARTIDO POPULAR ( PP)