- miércoles 05 de abril de 2023 - 7:00 AM
El Jesús que yo conozco
Llegó la Semana Santa. No fui castigada por no ir un domingo a misa y pude conectarme por internet a distintos fieles que se reunían para pedirle a Dios la paz en el mundo
El tiempo de Cuaresma, para quienes eligen vivirlo, es una época de introspección y de reflexión sobre la vida y obra de Jesús.
Me gusta identificarme con su grandeza en las cosas cotidianas de la vida. Pienso en Jesús en los momentos de mucho dolor y en los de amor por el mundo, porque considero que es el maestro del amor y del dolor. Enseñó el verdadero significado del amor incondicional, aquel que no juzga y que acepta al otro.
Jesús ama a la humanidad y conoce la naturaleza exacta del amado. Dio la medida perfecta para su justa comprensión. Amar al prójimo como a uno mismo. Ni más ni menos, en igual proporción. No podemos amar a otro cuando no sabemos amarnos a nosotros, eso es básico. Vemos con frecuencia la culpa y el miedo como aliados del control y la manipulación en cuestiones de amor. Para poder amar, debemos amarnos nosotros, perdonarnos y aceptarnos. Si no lo logramos, amaremos desde el control y la manipulación.
Imagino un Jesús vestido a lo panameño que me enseña todas las lecciones para vivir en paz, lo quiero imaginar con cutarra y camisilla. Un Jesús sin raza, universal, hablando un lenguaje llano, uno que yo entiendo; que come en la mesa con personas de distintas razas e ideologías y orientaciones de todo tipo. Un Jesús que puede conciliar posturas contrarias entre adversarios. Que vive y enseña a vivir en la paz.
ABOGADA-MEDIADORA-COACH