Invocando a los mártires del 9 de Enero

Por muchos años la sociedad panameña mantuvo en sitial especial el sacrificio de los mártires del 9 de enero de 1964. La gesta abriría un nuevo capítulo en la lucha patriótica librada por décadas por los panameños, por la recuperación de la soberanía sobre todo el territorio nacional.

Durante el gobierno militar se desarrolló el proceso negociador con el gobierno de Estados Unidos, que superando muchos obstáculos culminó con la firma de los tratados Torrijos-Carter, con lo que los panameños al fin recuperaron el Canal de Panamá y sus áreas aledañas.

Es menester traer a la memoria la invasión militar de 1989, que fue un evento traumático que instaló a empellones a la democracia en el país, a la vez que le propinaría un rudo golpe al fortalecido espíritu nacional. ¿Sería esa la justificación por la que nuestra democracia le restó trascendencia nacional a la invasión?

A no ser por las desatinadas declaraciones del recién electo Presidente Trump, en las que expresaba su interés por la recuperación del Canal de Panamá, este las celebraciones del 9 de enero pasarían sin pena ni gloria, como en los últimos tiempos.

Al impacto de esas palabras, sea por ira o por sorpresa, la consciencia del panameño indiferente o la del patriota se deben haber estremecido, ante la idea de perder el Canal, y con ello regresar al período de los limites con alambradas de púas, y de “policías gringos” hostigando a los panameño.

En ese contexto, este 9 de enero adquiere un especial significación. Hoy hace falta mucho más que esas loas frenéticas que dirigimos a los caídos en ese episodio de sangre, luego de concluido un fogoso discurso. El problema no es de Mulino, ni de ningún heredero de aquella narrativa patriótica, que ayer hacía calentar la sangre de grandes y chicos.

El Estado y la Nación, hoy debe cerrar fila y enfrentar en unidad el despojo violento del patrimonio nacional, porque “aunque Usted no lo crea”, sobran sectores antipatrias dispuestos a servir incondicionalmente “al nuevo invasor”. Ante esta provocación, ¡que el espíritu de los mártires de enero inspire y guíe a los patriotas panameños!