• jueves 13 de octubre de 2016 - 12:00 AM

Instituto Oncológico Nacional y la rapiña

Para 1915 fue reconstruido con hormigón y para 1928 cambió su nombre a Gorgas Hospital

Mientras los pocos centros de salud existentes en el país claman por mejores instalaciones, exigen medicamentos y profesionales de la medicina, enfermeros y técnicos, el gobierno varelista mantiene la práctica del gobierno martinelista y prevé continuar construyendo hospitales, pero no hay médicos ni medicamentos para su funcionamiento.

Un caso que no podemos permitir es el traslado del Instituto Oncológico Nacional (ION) a la presunta Ciudad Hospitalaria. Hemos escrito diferentes artículos sobre lo negativo de ese traslado.

No olvidemos que los edificios que albergan la Corte de Suprema Injusticia y el Ministerio de Salud corresponden a lo que en otrora fue el Hospital Nuestra Señora del Canal, también conocido como Hospital de Ancón.

Este nosocomio, en las faldas del cerro Ancón, fue construido en 1876, por la Compañía del Canal Francés, como el primer y más moderno hospital equipado en el trópico, en su momento. Su costo fue de 500 millones de francos y se inauguró el 12 de septiembre de 1882, su estructura era de madera.

Para 1915 fue reconstruido con hormigón y para 1928 cambió su nombre a Gorgas Hospital, en honor al general del ejército y médico estadounidense William C. Gorgas. Las instalaciones de este nosocomio cubrían los edificios que hoy utilizan la Corte de Suprema Injusticia y el Ministerio de Salud; razón por la cual el ION tiene que reclamar su patrimonio y que sean las otras instituciones las que se muden.

Esas instalaciones representan el mejor y mayor beneficio para la atención de pacientes. Es un punto estratégico equidistante de todas las áreas del país para quienes viajan por carretera, sea del interior, Darién, Colón o la propia área metropolitana, así como para los que viajan por avión, gracias a la cercanía al aeropuerto de Albrook.

Tanto a pacientes como familiares de personas hospitalizadas les es de fácil acceso, a diferencia del lugar al que, quizás por la mercadería económica de la construcción, se planea trasladar.

Al parecer, este gobierno mantiene los mismos objetivos que el nefasto gobierno de Martinelli. Dios te salve, Panamá.

Economista, educador y humanista.

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