La rectoría en salud del MINSA no es ser jefe de las instalaciones públicas y privadas, es ser el líder de las políticas de salud que regentan todo el sistema sin vulnerar ni la autonomía de la Caja ni la libertad del ejercicio profesional del sector privado. Es ser un gran concertador de políticas y acciones en salud que logren que los diversos brazos del sistema de salud, logren la mejor calidad de salud a los habitantes.
Cuando le venden la idea de unificación, no es que se roben los fondos de la Caja para usarlos como piñata para atender a todos asegurados o no, debe ser acciones coordinadas conjuntas, lo cual de unificación no tiene nada sólo la idea o meta de bienestar donde se quiere ir. La sola idea de que los no asegurados reciban exactamente las mismas atenciones en las mismas instalaciones de la capital, de los que sí pagan seguro, es una acción que desestimula la ventaja de pasar a los trabajadores informales a formales. Es decir, estaría destruyendo lo que se supone es objetivo rescatar! Claro que todos queremos buena salud para todos, pero no puede ser a costilla de los trabajadores que cotizan. El Gobierno debe priorizar una mayor inversión per cápita en salud, que no se infle por los gastos de saneamiento de la bahía, sino que sea de verdad fondos para mejorar atención de los no asegurados. Dios permita nos escuchen.
