- jueves 21 de septiembre de 2023 - 9:20 AM
Impunidad y corrupción como barreras en la confianza
En una nación donde la seguridad y la fe en las instituciones son fundamentales para el bienestar de sus habitantes, la falta de confianza en la Policía Nacional de Panamá se ha mantenido a lo largo del tiempo como un desafío persistente. A pesar de contar con agentes comprometidos y dedicados a su labor de servir y proteger, la presencia de impunidad y corrupción ha socavado la credibilidad de la institución en la mente de muchos panameños.
Uno de los principales motivos que subyace a la desconfianza generalizada en la justicia panameña radica en la percepción de impunidad en numerosos casos de delincuencia. Cuando los ciudadanos son testigos de cómo los responsables de crímenes quedan impunes o de la lentitud e ineficacia del sistema de justicia, la confianza en las autoridades policiales se ve notoriamente debilitada.
El caso de Pedro Díaz Ceballos, un joven que sufrió violencia homofóbica en Panamá, sirve como un impactante ejemplo de la persistente impunidad que prevalece en el país. A pesar de los brutales ataques que padeció y su valiente solicitud de ayuda a las autoridades, la falta de seguimiento y apoyo en su caso ha dejado una impresión profundamente desalentadora. Este lamentable episodio no es un hecho aislado, sino que se suma a una serie de casos similares que han contribuido a la inquietante percepción de que la policía no cumple adecuadamente con su deber de proteger a todos los ciudadanos de manera equitativa. Algo similar le ocurrió al joven Kevin Austin, quién tuvo que tomar la decisión de irse para otro país, precisamente por la alta desigualdad social que hay en el país, a pesar del crecimiento económico.
La corrupción representa otro factor crítico que erosiona la confianza ciudadana, donde actos de soborno, extorsión y otras conductas indebidas han manchado negativamente la imagen de la institución. Cuando los ciudadanos sienten que algunos oficiales están más interesados en enriquecerse que en garantizar la seguridad y la justicia, la confianza se resquebraja.
Sin lugar a duda, reconstruir la confianza en la Policía de Panamá no será una tarea sencilla, pero resulta esencial para garantizar la seguridad y la justicia en el país. Para lograrlo, es fundamental abordar enérgicamente la impunidad y la corrupción de manera transparente.
La implementación de medidas de rendición de cuentas, la mejora de la supervisión interna y la promoción de una cultura de integridad son pasos críticos en esta dirección. Además, la colaboración con organizaciones de derechos humanos y la sociedad civil puede contribuir a supervisar y abordar los problemas sistémicos.
Es imperativo que los líderes políticos y las autoridades gubernamentales se involucren activamente en este proceso y demuestren su determinación para erradicar la impunidad y la corrupción en la policía. Solo a través de esfuerzos continuos y sostenidos se podrá restaurar la confianza de los panameños en sus fuerzas del orden.
En última instancia, la confianza pública en la policía es esencial para el funcionamiento efectivo de una sociedad segura y justa. Superar los desafíos de impunidad y corrupción es una tarea ardua, pero es una tarea que Panamá debe abordar con determinación si se quiere construir un futuro donde todos los ciudadanos puedan confiar plenamente en sus fuerzas del orden.