​Ilusiones vanas de los libres postulados

Los aspirantes a postulaciones libres van a contrapelo de la experiencia. De casi 1,500 aspirantes ya varios se han bajado de sus aspiraciones y han dejado de recoger firmas pero todavía siguen la mayoría con la ilusión de cubrir el 2% exigido y quedar entre los 3 más firmados.

El Tribunal Electoral (TE), arquitecto del imperio del partidocracia en las elecciones desde 1994, donde sus magistrados y principales funcionarios han traficado influencias que les ha valido pelechar favores sigue en lo mismo. Se detectan firmas informáticas fraudulentas que ya poco se sabe de lo que ha pasado. ¿Y esa entidad será garantía de la honestidad del sufragio? Estamos bien engañados si así se cree.

Pero enfrentar las macalucias de esos traficantes de influencias podría tener alguna oportunidad de ganarle al sistema putrefacto electoral, donde el fraude se organiza antes, durante y después de las elecciones, si los de libre postulación dejan la ilusión de que son escogidos por saber qué poder sobrenatural y se comportan con lógica.

Y esta lógica pasa por entender que desunidos y sin programa único no le ganarán a los pupilos del TE, los candidatos de los partidos políticos que usarán todo tipo de triquiñuelas para ganar presidencia, diputaciones, alcaldías y representaciones de corregimiento.

Todos estos aspirantes por libre postulación creen que lograrán el éxito. Pero si lo lograran y son ciudadanos de bien que discursean por rescatar Panamá, sin una alianza y un programa unitario, nada lograrán.

Pruebas al canto: en 2014 salió una diputada por libre postulación. En el 2019 salieron cinco. También surgieron algunos pocos alcaldes y algunos pocos representantes. ¿Y de qué se debe eso para corregir el rumbo fatídico del ejercicio del poder?

Solo una gran alianza con candidatos únicos a cada carga y con un programa de rescatar Panamá podría tener opción. Y, tal vez, hasta lograrían que alguno de los nuevos partidos y sus miembros se sumaran a la alianza. En alianza transmitirían esperanzas al pueblo, abaratarían gastos y lograrían el éxito.

Para lograr esa alianza se requiere sensatez y renunciamiento. Renunciar a las ilusiones vanas de los de libre postulación. Difícil pero no imposible…

Odontólogo