Luis Della Sera es un ser humano que abrazó la educación. Fue compañero de estudios en los años 1972, 73 y 1974 en el Instituto Normal de David. Desde que lo conocí demostró esa chispa por la poesía. En ella descargaba esa imaginación que se agitaba en su mente. Es posible que gracias a esa magia inspiradora pudo sortear esos miedos, vericuetos y laberintos que son naturales de la adolescencia.

Hoy revivo el privilegio de contar, una vez más, con su pluma profunda la cual nos permite adentrarnos en ese mundo mágico que existe en su interior. ¡Y dice Della Sera!

“A veces es necesario....que el fuego interior...de libertad y de cambio queme y arrase ese pasado inexistente, sin materia ni alma, que encandila, enceguece, atrapa... invalida... paraliza, que es ilusión... cenizas efímeras sin vida y con errados recuerdos.

Cadenas malditas de odios, sentimientos de culpas y de celos, inventados por fantasías infantiles o moralidades creadas y absurdas, que encadenan, enceguecen, sentencian, encarcelan, duelen y que ultrajan la vitalidad de la esencia suprema del Ser.

¡Ese fuego interior... del corazón de discernimiento ardiente y del alma liberadora y vibrante, es capaz de destapar un universo palpitante y plenamente presente, donde todo es absolutamente posible, dejando un espacio vacío al ahora...que exige ser habitado y amado. Para que así, se visualice un horizonte que amamante con fe y confianza...al ansiado y esperado mañana, que inevitablemente cada día, se convierte sin expectativas futuras, en un nuevo hoy, que para expresarse y para vivir su historia completa, se promete dejar atrás al ayer!”.

Hasta aquí la inspiración del colega Luis Della Sera. Y si usted también quiere aportar ese torrente imaginativo que sale de su corazón, no dude en compartirlo conmigo al correo rehernandez19@gmail.com Abrazos y que Dios nos bendiga.