Hasta luego Fulito Flores

Hombre sensato de buenos principios nacionalista por convicción inalienable ante hechos de intereses nacionales, ese era Jorge Flores.

Una triste noticia que empaña las ideas prístinas de un ser humano destacado en su vida a los mejores deseos del bien de la patria que nos vio nacer, egresado la Facultad de Derecho de la casa de Méndez Pereira una de las mejores de la región.

Debido a las revueltas de la Universidad Nacional en contra de la era de los militares por su ímpetu de gobernar se invoca a pertenecer a un grupo anti gobierno desde las aulas de clases, ya para ese entonces lidera un grupo de asalto a una entidad de chinguia como conocemos los panameños para recolectar fondos y comprar quipos bélicos con la finalidad de darle fin al mandato del entonces general Omar Torrijos.

Al acontecer de ese fallido intento golpista lo llevó a la cárcel modelo a enfrentar un encierro poco envidiable, dentro de sus anécdotas y con una mirada firme contaba aquella vez que fue amenazado por un cancerbero de la época en dispararle a la cabeza.

Reinscribió el Partido Nacionalista Popular (P.N.P.) ganándose el título de traidor por sus principios de orden nacionalista ya que según decía era crear bases militares en nuestra geografía por la que muchos panameños derramaron sangre en diferentes episodios de nuestra vida republicana.

En un lugar de la localidad un viejo casi sin poder caminar se me acerca, me levantó de mi silla, me estrecha las manos me da un abrazo, al irse el señor le comento a Fulito que ese era amigo del barrio y que le había salvado la vida al general, era el famoso Orejita Ruiz.

Nunca había sentido una sensación de impotencia por una mala actuación de ignorancia por los acontecimientos del cual aún era un niño, sin embargo, ello no dejó dudas un reconocimiento especial a el amigo.

El sábado lo despedimos como el quería: con cumbia chorrerana.

COMUNICADOR SOCIAL