- lunes 22 de agosto de 2022 - 12:00 AM
Hacia una nueva Constitución
Hace ya más de tres años, el Movimiento Constituyente YA, bajo la permanente dinámica de Don Cristóbal Silva (qepd), dió a conocer un Documento Conceptual y de Principios para el Debate Ciudadano, bajo el título que hoy retiramos en este artículo de opinión.
La crisis de constitucionalidad, había motivado al Movimiento Ciudadanos Unidos por la Constituyente (CUCO) y al Movimiento Constituyente Ya, a unir sus esfuerzos, dedicación y acciones, a la promoción de una Asamblea Constituyente como su principal objetivo “motivado por la crisis de institucionalidad democrática por la que atraviesa el país, la cual amerita se exploran las posibilidades para una impostergable transformación de la Nación a partir de un proceso constituyente”.
Al presentar el Documento Conceptual y de Principios, se hizo como un aporte y una propuesta inicial para que fueran mejoradas, a través de un debate político nacional en torno a la necesidad de una nueva Constitución a través de un proceso constituyente.
Sin embargo, es obligatorio confesar que poca o nula atención se le prestó al mismo, de parte de la sociedad civil y sus diversas agrupaciones gremiales, sindicales, partidos políticos, etc. Ello no ha sido impedimento para que se haya abandonado en algún momento, la necesidad de un proceso constituyente, bajo la máxima de que “el poder público solo emana del pueblo”.
La intentona de los amantes del cambio para que nada cambie, de caminararse por el Artículo 314 de la constitución militarista impuesta, para imponer una “paralela”, recibió un rotundo rechazo de parte de amplios sectores de la población que no se abandonaron engañar con las falacias de los gatopardistas.
Hoy, tras la irrupción de la ciudadanía en el escenario nacional, cansada de tanta desigualdad, engaños, corrupción, privilegios, prebendas e impunidad, llama la atención el hecho que los asistentes a la Mesa “Única” (del mareo) de Penonomé, hayan pasado por alto la necesidad de una nueva Constitución a través de un proceso constituyente.
Al eludir el hecho de que, la matriz problema de nuestra sociedad es la constitución militarista impuesta, la cual ha servido y sirve de sustento a todas las actuaciones anticiudadanas, le han vuelto a servir la mesa a la empresa criminal conjunta, para que pueda seguir haciendo de las suyas, con sus prácticas antinacionales, antipopulares y antidemocráticas.
Catedrático en UP