• martes 03 de junio de 2025 - 12:00 AM

Hace falta un proyecto país

Para realizar con éxito una tarea de alta complejidad personal, o algo tan rutinario, nuestras acciones deberán ajustarse con rigor a un planeamiento previo. Por el contrario, quien piense que puede construirse algo apretando “sobre la marcha”, de seguro que ya tiene el fracaso garantizado.

Con los pueblos ocurre lo mismo. Si no tenemos un rumbo colectivo a seguir, la idea que cada uno vaya recreando en su mente para alcanzar sus metas personales, nos acerca más a una caótica y confrontativa existencia.

Nos enseñan sobre las bondades y recursos que la naturaleza le había otorgado a Panamá. Y eran tantas, que hasta se pensó que el Dios de los cielos era panameño. Entonces, ¿cómo explicarnos que siendo dueños de tierras y valiosos recursos naturales vivamos encerrados en medio de tantas turbulencias?

La independencia de España, y la posterior separación de Colombia, no fueron actos políticos improvisados. Los “Padres de la Patria” se movieron en su interés de construir un país próspero y soberano. Sin embargo, aquel “proyecto de país” tendría en su original y desequilibrada relación con EUA, la causa de interminables ajustes y movilizaciones patrióticas.

Teniendo costas en ambos océanos, una posición geográfica privilegiada, y recursos naturales diversos, y una población joven, ¿por qué no hemos logrado que los panameños obtengamos su máximo provecho?. Simplemente, porque no nos hemos puesto de acuerdo en diseñar ese “proyecto de país” que organice y dirija políticamente a la sociedad hacia la prosperidad, y reducir así los graves problemas sociales aquejados.

En ausencia de proyecto, la Constitución es sólo una estructura estática, apta sola para legitimar las acciones de los gobiernos. El proceso de construcción de ese proyecto no es obra de gobernantes, sino el resultado de un verdadero consenso inclusivo, que se formalizará precisamente en la Constitución.

La Carta Magna perdió peso normativo a consecuencia de la ausencia de ese “proyecto”, pues es en ella se recogen las reglas, principios y valores que guiarán el funcionamiento democrático del aparato estatal, encargado de la ejecución y avances del “proyecto de país” anhelado, en el interés colectivo de vivir en paz y con dignidad.