Hace 25 años, para estas mismas fechas, un grupo de ciudadanos nos reunimos en La Heróica Villa de Los Santos pensando en los sacrosantos intereses de la nación.
Meses antes se había creado el Comité Santeño Pro Constituyente y, como se señaló en aquel entonces:
“Lo hacemos siendo fieles al legado de Rufina Alfaro, Pedro Goitía, la Federación de Sociedades Santeñas, Leopoldo Aragón Escalona y todos aquellos hombres y mujeres que, con sus gestas patrióticas únicamente tuvieron como norte el construir una Patria libre y soberana”.
También se destacó:” Declaramos que estamos identificados con el mensaje contenido en el ideario que proclamó Juan Jacobo Rousseau en el siglo XVIII al decir: “La soberanía no puede ser representada por la misma razón que no puede ser alienada; consiste esencialmente en la voluntad general y la voluntad no se representa”. En este sentido, comprendemos que el único y verdadero legislador de la Nación es el pueblo. Por ello, proclamamos nuestro derecho a darnos, como Soberanos, una Carta Magna que responda a los verdaderos intereses nacionales.”
“El Comité Santeño Pro Constituyente hace suyo y se adhiere a los organismos de la sociedad civil que ven en la realización de la Constituyente un mecanismo adecuado para sentar las bases de una relación social centrada en el Derecho. Afirmamos que la constitución de 1972 se ha convertido en un instrumento jurídico obsoleto e incapaz de normar la vida ciudadana de los panameños del Siglo XXI, por lo que se impone su remoción inmediata.”
Estos breves párrafos extraídos de uno de los comunicados pro-constituyente de aquellos años, sirven para reiterar que el camino hacia la Constituyente ha tenido un recorrido a lo largo de varias décadas que no puede ser desconocido por las nuevas generaciones de ciudadanos que se incorporan a hacer una realidad el que, no hay otro camino porque la Constituyente es el verdadero camino para la democratización, la reinstitucionalización y la reconstitucionalización de nuestra formación social.