• martes 01 de marzo de 2011 - 12:00 AM

Gobernar a golpe y mazazo

A aquellos que no detectaron las tendencias autoritarias del Presidente Martinelli y que no lograron barruntar durante la campaña su est...

A aquellos que no detectaron las tendencias autoritarias del Presidente Martinelli y que no lograron barruntar durante la campaña su estilo de gobierno, les ha tocado aprender la lección a golpes.

Entre las primeras medidas que tomó el Presidente Martinelli, estuvo la de entrarle a mazazos a unas construcciones evidentemente ilegales en el área de Amador. El asunto le pareció bien a mucha gente que se ilusionó con que ‘por fin llegó alguien que iba a poner en cintura a los cocotudos’. Lamentablemente dos males no hacen un bien. Si alguien está haciendo algo ilegal pero la autoridad actúa fuera de la Ley, lo que estamos haciendo es destruir el Estado de Derecho e invitando al abuso de autoridad. Si además la actuación ilegal sirve para justificar un sobreseimiento o una anulación de lo actuado por la autoridad que no cumple con las garantías y procedimientos legales, lo que la final sucede es que se ha ‘lavado’ el acto ilegal y se lo ha legitimado.

Varios mazazos después, nos encontramos con la imposición de la Ley 30, mejor conocida como ‘Ley Chorizo’, con las leyes e indultos que promueven el abuso de la fuerza policial, con la toma del Ministerio Público, con la Ley 8 que ha trancado al país y en el camino de todo esto, nos topamos con contantes irrespetos a la Constitución Política como el Decreto sin firma de ministro responsable con el que se quiso engañar a la población originaria, con la usurpación de funciones por parte de funcionarios que se hacen pasar por ministros cuando la Constitución no se los permite, con la abierta injerencia del Presidente en la designación del Defensor del Pueblo, cuando esta es una decisión reservada exclusivamente a la Asamblea Nacional, con el ofrecimiento a empresas estatales extranjeras de que inviertan en Panamá en actividades que la Constitución no permite y de allí un largo etcétera.

Esta forma de gobernar a golpe y mazazo va demoliendo la institucionalidad, va destruyendo el sistema de pesos y contrapesos que busca evitar el abuso del poder y va creando las condiciones para imponer un sistema autoritario que facilite la perpetuación en el poder de los que entraron millonarios y saldrán megamillonarios, como dijo un medio local en un editorial reciente.

Solo defendiendo el Estado de Derecho, combatiendo la arbitrariedad y el abuso del poder, podremos evitar que los nuevos cocotudos se terminen de robar nuestro futuro de esplendor y bienestar a golpe y mazazo.

EL AUTOR ES ABOGADO Y PRESIDENTE DEL PARTIDO POPULAR ( PP)