• viernes 03 de marzo de 2023 - 3:01 PM

¿Por qué la fuerza de quienes tienen otras inclinaciones sexuales?

En mis tiempos era difícil ver a un homosexual pasearse por las calles exhibiendo sus modales.

Cuando el tema era rechazado, de forma abierta por la sociedad, quienes sentían deseos o atracción por las personas del mismo sexo se mantenían ocultos. Desde hace varias semanas comparto vivencias con un grupo de muchachos que ya se acercan a los 70 años. Ellos saben que en nuestros tiempos era raro ver a un homosexual o lesbiana. Para esa época no era que estaban extinguidos, que no existían, ¡para nada! El asunto es que si veían a uno con movimientos al caminar o con una voz muy fina de inmediato le caía la crítica dura o incluso, en algunos casos, se producía un efecto de lapidación. ¡Sí, señores, como lo leen! Eran tiempos en que se escuchaba una frase, en broma y en serio que: “¡ñaño visto, ñaño al que se le tiraba piedra o chupones de naranja!” Por esta forma de actuar las personas con estas inclinaciones trataban de disimular el dolor y muchos tuvieron que llevar la procesión por dentro. En mis tiempos era difícil ver a un homosexual pasearse por las calles exhibiendo sus modales. De repente, las grandes productoras de televisión y de cine les fueron dando espacio a las personas con estos comportamientos. Al principio, solo aparecían en papeles secundarios hasta llegar al de protagonistas. Paso a paso la sociedad los fue tolerando hasta que se acuñó la frase de… “¡salió del clóset!” Ver y tratar a un homosexual ya no es la excepción y ellos tienen una fuerza descomunal para defender y promover su forma de vivir.

La homosexualidad no es nueva. Hace un par de años me tocó ser editor de un libro donde una prestigiosa galena desgrana este tema. Allí, ella presenta hipótesis interesantes sobre la homosexualidad y me caí de espaldas cuando presentó una lista de grandes luminarias de todas las profesiones a quienes les encanta compartir y disfrutar con personas del mismo sexo. Aprendí un término llamado poliamor, que se basa en la convivencia de varias personas en una relación consentida y con reglas claras para la convivencia. En ese libro, la doctora relata que el ser humano puede amar a varias personas a la vez, solo que a una la amará con más fuerza y esa debe ser la escogida para compartir. También destaca que la ciencia ha descubierto que el ser humano nace con inclinaciones hacia los dos sexos, pero uno será el que más fuerza tendrá y hacia él debe dirigirse. No es de extrañar que en el camino se aburra de aquella preferencia mayoritaria para inclinarse por la minoritaria. Hay quienes afirman que, para saber, en realidad, cuáles son los gustos sexuales de un ser humano, dale a beber mucho alcohol. Dicen que esas sustancias espirituosas aflojan los muelles. Es el momento donde saldrá a relucir tu verdadero yo. Así, también, comentan que hay muchas damas recatadas que terminan en las aventuras sexuales después de ser influenciadas por el alcohol o la droga.

La homosexualidad no es nueva. Ella es tan antigua como la historia. Y no solo es exclusiva de los humanos, también se da en el mundo de la fauna y la flora. Hay granjeros muy tristes al ver que su padrote se niega a montar a la yegua o esta que no se deja, pero cuando traen a un animal del mismo sexo quedan derretidos. La BBC de Londres, en uno de sus tantos artículos sobre el tema, dice:  Puede que nunca encontremos un animal salvaje que sea estrictamente homosexual como ocurre con los seres humanos. Pero podremos encontrar muchos que no se conforman con las categorías tradicionales de orientación sexual. Los animales usan el sexo para satisfacer toda suerte de necesidades, desde el placer sexual hasta el ascenso social. Y eso, implica ser flexible.” Ahora, existe una guerra entre quienes defienden sus derechos y aquellos que promueven a la familia tradicional. Resulta irónico que los pro familias, en algunos casos, se desentienden de lo que están consumiendo sus hijos a través de los medios de comunicación social. Dejan a sus hijos a la deriva con acompañantes como: el celular, la tablet, una computadora o la televisión. Y es a través de esa tecnología donde ellos van a ser bombardeados por las tendencias modernas.

Un experto en el tema me dice que hay homosexuales que nacen con esta tendencia y también los que la adquieren debido a las influencias. Y a como observo lo que pasa en la sociedad mundial, pareciera que nos dirigimos a ser un plantea homosexual. Creo que no estaré vivo para cuando ocurra este fenómeno, pero de ser cierto mi pronóstico, si eso sucede, será el inicio del fin del mundo porque hombre con hombre o mujer con mujer no rendirá los frutos conocidos como embarazos a menos que volvamos a retomar el tema de la clonación. Y Wikipedia nos dice que: “La clonación humana es la creación de una copia del material genético exacta de un ser vivo. Dicha palabra se ha implementado para los tipos de clonación artificial, que abarca gran parte de la copia de células y tejidos humanos de uno o más seres vivos. No se refiere a la concepción natural de gemelos idénticos. La posibilidad de la clonación humana ha planteado controversias éticas. Estos dilemas éticos han dirigido a varios países a dirigir leyes y su edición con respecto a la clonación humana y su legalidad para dos copias.”

Y a mis lectores les pido excusas por extenderme, pero el tema lo amerita. Vamos a desgranar seis teorías de porqué se da el homosexualismo. La autora de lo que sigue es la doctora Grecia Guzmán Martínez quien se especializa en Psicología Social.

1. Teorías psicodinámicas
Para el psicoanálisis freudiano, la estructuración psíquica está fuertemente ligada con el desarrollo psicosexual. La definición sexual es un proceso que no está determinado por las características anatómicas, sino por la identificación sexual predominante y la elección psíquica de un objeto de deseo. La homosexualidad en este caso es representativa de una estructuración en donde ha tenido lugar una fijación pulsional hacia la figura materna en oposición a la figura paterna.

Esto lleva a la estructuración de un objeto de deseo que en este caso se corresponde con el mismo sexo. Dicho proceso no necesariamente ocurre de la misma manera en hombres y mujeres. En este contexto, Freud utilizó el término de “invertido” para hacer referencia a la homosexualidad, en un intento por establecer una diferencia con el término que se utilizaba corrientemente: “pervertido”.

2. Determinismo biológico y teorías genéticas
Quizá las teorías que han generado mayor impacto en los estudios sobre la homosexualidad han sido aquellas que se inscriben en los paradigmas biologicistas. Estas van desde las teorías evolucionistas darwinianas, hasta las que sugieren que la homosexualidad es consecuencia de factores genéticos determinados.

A partir de lo anterior se suele pensar que la homosexualidad es contraproducente para la reproducción de la especie, así que algunas investigaciones sugieren que es necesario revisar dicha interpretación, ya que el principio de la selección natural no necesariamente se aplica en el caso de la heterosexualidad-homosexualidad. Según algunas de estas teorías existe la posibilidad de un aumento significativo de la fecundidad en mujeres con familia materna homosexual. Asimismo, han sugerido que los factores genéticos que están relacionados con el cromosoma X influyen en la orientación homosexual de los hombres.

3. Teorías endocrinólogas
Entre las explicaciones anteriores y las que siguen se encuentran investigaciones y teorías sobre la actividad endocrina. En estas se sugiere que la homosexualidad es consecuencia del desarrollo hormonal peri o postnatal; lo que a su vez puede tener como causa distintos elementos, por ejemplo, los tratamientos hormonales de la madre durante la gestación. Así mismo estas teorías suelen enfatizar el papel de la testosterona en el desarrollo del cerebro y del sistema nervioso. Dicha hormona podría hacer que los animales se masculinicen, especialmente durante el periodo de gestación. Déficits de testosterona en el desarrollo perinatales de los hombres podrían generar homosexualidad masculina, y unos niveles altos de la misma hormona generarían homosexualidad femenina. Existen incluso teorías que sugieren que esto último es visible en el tamaño de los dedos de la mano derecha; es decir, que el según qué dedo es más grande que otro, la mano podría ser un indicador de homosexualidad.

Por último, y sobre el desarrollo gestacional, se ha propuesto que la orientación sexual está relacionada con la respuesta inmunitaria del cuerpo de la madre, que a su vez relaciona con el desarrollo y la actividad cromosoma Y (estas teorías aplican cuando se trata del varón). Investigaciones recientes han sugerido que una determinada reacción del cuerpo materno a proteínas asociadas a dicho cromosoma, elevaría la probabilidad de que el varón sea homosexual, así como distintas complicaciones médicas.

4. Teorías neurobiológicas
En la década de 1990, el neurobiólogo norteamericano Simon Levay realizó distintas investigaciones en las que comparaba las estructuras cerebrales de hombres homosexuales y hombres heterosexuales. En un intento por frenar la discriminación de los hombres homosexuales (él era homosexual); el neurobiólogo ofreció una serie de respuestas que hasta nuestros días siguen vigentes y debatidas. De acuerdo con sus estudios, hay una diferencia en el hipotálamo entre hombres heterosexuales y homosexuales. Se trata de un nódulo que se encarga de la regulación del sistema endocrino, que en el caso de los hombres homosexuales presenta similitudes con el cerebro de las mujeres heterosexuales. A estas investigaciones se han sumado distintas teorías que sugieren por ejemplo diferencias neurobiológicas en el desarrollo de los hombres y mujeres.

5. Diversidad biológica y disidencia sexual
En el contexto de apertura de distintas corrientes científicas y filosóficas, y en consecuencia de distintos movimientos sociales que abogan por el reconocimiento de la diversidad sexual, ha surgido la teoría queer. “Queer” es una palabra que describe una identidad de género y sexual diferente a la heterosexual y cisgénero. Las personas lesbianas, gays, bisexuales y transgéneros pueden quizá identificarse con la palabra “queer”. Está ultima supone que tanto el género como el sexo son construcciones sociales (en consecuencia, la orientación sexual en términos amplios, lo es también). Como tal dichas construcciones, generan una serie de normas, deseos y posibilidades de acción; así como prácticas de exclusión, segregación y patologización.

En este mismo contexto la bióloga Joan Roughgarden ha retomado las teorías darwinianas sobre la sexualidad, pero para darles la vuelta. Sus investigaciones sugieren la existencia de distintos géneros sexuales, y cuestiona la existencia de un sexo-género binario (es decir el que se reduce a la posibilidad de ser hombre o mujer dando primacía a la heterosexualidad). Esto último se hace visible no solo en los seres humanos sino en muchas especies animales intersexuales y especies que tienen la posibilidad de cambiar de sexo biológico a lo largo de su vida.

6. Homosexualidad en otras especies
A finales de la década de los 90, Bruce Bagemihl teoriza sobre el comportamiento sexual en los animales y propone que, al contrario de lo que se creía, dicho comportamiento toma distintas formas, incluso entre animales que pertenecen a la misma especie. A partir de sus investigaciones reporta que el comportamiento homosexual de los animales es visible en más de 500 especies; que van desde los primates hasta los gusanos, incluyendo aves y mamíferos de distintos ecosistemas.

Dicho comportamiento incluye la copulación, la estimulación genital y en general conductas de exhibición sexual entre animales del mismo sexo. El mismo autor discute las funciones evolutivas de la homosexualidad y propone que no pueden ser las misma para todas las especies. Las críticas hechas hacia estas investigaciones van en ese mismo sentido, el de encontrar beneficios reproductivos y evolutivos de la diversidad sexual desde los paradigmas biológicos; lo que asimismo puede repercutir en la descalificación de la misma.”

Docente universitario

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