- viernes 02 de enero de 2015 - 12:00 AM
En este nuevo año, ¡Alégrate!
MI-SIÓN: ‘…y fueron felices para siempre’, dicen los cuentos de hadas. Y aunque la Escritura ‘es verdad’, y los cuentos de hadas son fantasía rosa, en mi corazón el verso de 1 Samuel 1:18 -‘Y (Ana) no estuvo más triste’-, me recordó aquella frase: ¡‘y fueron felices para siempre’! Es que la posibilidad de ‘no estar más triste’, capturó mi atención, pues en ‘mundo donde tenemos aflicciones’ resulta una meta extremadanamente atractiva. ¿No crees? Pero, en el texto original, no encontré exactamente el término ‘triste’; sino un sustantivo en desuso que transmite la idea de ‘cara anterior’. Por eso la Biblia Jerusalén traduce esta porción de 1 SamueL 1:18, así: (Ana) ‘no pareció ya la misma’. ¿Y cómo era Ana antes? La Escritura la describe como una mujer amargada, angustiada, estéril, atormenta, iracunda, frustrada, ‘se ponía a llorar y ni comer quería’. ¿Qué hizo Ana para ‘no parecer ya la misma’? Puso su sueño mayor en manos de Dios. Además, prometió que cuando alcanzara ese anhelo: ¡también lo entregaría a Dios! ¿Qué te amarga, te angustia, atormenta….en fin: qué te mantiene en la misma condición de Ana? Entrégale con fe tu anhelo a Dios, y comprométete a entregarle la gloria del milagro. Entonces verás que ‘no estarás más triste…no parecerás el mismo’. ¡Y no es un cuento de hadas!
ALÉGRATE mientras cantas: ‘a ti que estás pasando días duros quiero bendecirte…AQUE SE ABRAN LOS CIELOS’; sólo haz clic aquí: http://youtu.be/oamkNTNyZdM