Está muy abajo en las tarjetas de los jueces

Pasan los asaltos y el promotor de los uniformados sigue sin dar la talla, la esquina del mal está conectando sus mejores trompadas, le ha perdido el respeto a los que deben cargar siempre la guardia arriba para brindarnos seguridad. Es preocupante lo que está ocurriendo en nuestra tierrita.

Pablo pueblo ya no quiere ni salir de casa por temor a no regresar; el nivel de inseguridad es tremendo. Lo ocurrido recientemente en una barriada en Pedregal deja al descubierto el pobre accionar del púgil surgido en la cuadra civil. Se registraron cuatro caídos.

Los golpes le entran clarito al rostro y a la zona media del cuerpo, se nota cierta hinchazón. La indignación de la afición es tremenda, las silbatinas son ensordecedoras por tan pobre espectáculo.

Solo queda la esperanza de que en los próximos asaltos este segunda del monarca de los pesados, que debe frenar a los cacos, mejore su rendimiento. Don Bosco es otra de las zonas en la que se debe aumentar la vigilancia urgentemente.

Hay mucha expectativa por lo que puede ocurrir en los diversos tinglados a nivel nacional por el paro de guantes caídos. Los maestros del ‘ring’ y la esquina obrera están metiendo presión, rechazan la reforma del Cajetón.