- viernes 04 de septiembre de 2020 - 12:00 AM
Escrúpulos
Dejamos a un lado la paranoia y nos enfocaremos en la narrativa de la pandemia como principal mal de la humanidad. Solo las guerrillas latinoamericanas, producto de los conflictos internos del continente, han generado más muertos que los que hoy lamentamos por todas las variedades de coronavirus existentes.
Es falso que la ciencia partió de cero en las investigaciones sobre esta enfermedad, ya que se tenía experiencia con medicamentos antimaláricos para el combate de estos virus, pero el afán de vender la vacuna salvadora hizo que los primeros meses no se medicara a los pacientes en Panamá, hasta el momento de entubarlos.
Lo rápido y fácil del contagio, fue clave para posicionar las narrativas dictatoriales que se instauraron con el pretexto de salvaguardar la vida humana, a través del estado de emergencia nacional que vulneró las garantías constitucionales que fueron creadas para preservar la libertad del ser humano.
No fue hasta que se afinó la trazabilidad de los pacientes y se medicó temprano, que se comenzó a aplanar la curva de contagio y se disminuyó la cantidad de muertos por día. Panamá se aboca a una reapertura de los bloques económicos y al retorno de libertades parciales, sin embargo, nadie tiene la menor duda que habrá rebrotes. Lo pregunta es qué hará el gobierno cuando esto ocurra.
No obstante, la complejidad del asunto será el principal obstáculo para que las autoridades que toman las decisiones puedan discernir por encima del análisis tozudo que los caracteriza.
Desde su concepción, todo se define en dos aspectos fundamentales: La buena y la mala intención; del mismo modo, la conclusión de las acciones se mide en función del resultado, ya sea positivo o negativo.
Pero el escrúpulo tiene que ver con la duda ciudadana sobre la intención de las decisiones que se toman, cada vez que se destapa la olla de un tamal podrido. Desde los pacientes muertos sin medicación, hasta el costo real de los ventiladores, del gel alcoholado y las mascarillas.
PERIODISTA