- martes 05 de julio de 2016 - 12:00 AM
Eres una fotografía de Dios
Una fotografía. O, más bien un selfi. Eso es nuestra vida. Es decir, un instante, ‘un soplo' que dios nos tomó y -finalmente-, un instante en el que aparecemos sonriendo, llorando o haciendo muecas, según sea nuestra decisión. El detalle está en que podemos cambiar ese selfi si no nos agrada. Solo se trata de hacer como mi colega Susan Elizabeth Castillo, a quien llaman ‘la reina de los selfis'. Ella toma una vez y otra vez, y otra vez y otra vez y las veces que sea necesario, hasta que aparezca la fotografía que busca. Nuestra gran ventaja es que Nuestro Fabricante se tomó el detalle de dejarnos un manual, el cual nos orienta sobre como tomarnos el mejor selfi. ‘Si hicieras lo bueno, podrías andar con la frente en alto', nos dice. Después de todo, ‘lo importante en el selfi es que tú aparezcas bien, sino: el selfi se daña', dice mi Susan. Y lo que daña nuestras vidas es el pecado. Es más, la Palabra dice que ‘la paga del pecado es muerte'. Sin embargo, Nuestro Fabricante le pasó un dato al tercer pecador que registra la historia humana: Caín. ‘El pecado te acecha, como una fiera lista para atraparte. No obstante, tú puedes dominarlo', le dijo. ¡Claro!, ya sabemos que Caín no se tomó el mejor selfi, pues la envidia, los celos, la rabia, la desobediencia, el resentimiento y el cansancio, lo dominaron. ¡Que nada negativo te domine! Qué tu vida y cada día de tu vida sea un buen selfi, depende de qué te domina. Déjame dominar por lo bueno, después de todo: eres una fotografía de Dios.
JOB 7:7 'Acuérdate que mi vida es un soplo…'