Entre son, alegría y llanto

En cada nota un sentimiento y en cada composición la vida, así es el día a día del músico, que sabe de alegrías y llantos mediante su interpretación, indistintamente del género en el que se desenvuelve. Por una parte logros, reconocimientos y sueños cumplidos; y por la otra, carencias y necesidades. Sin embargo, el denominador común del músico,es amor por el arte y la fe creciente en mejores días.

Recientemente, la festividad de Santa Cecilia, patrona de los músicos, representó esa fecha propicia para felicitar e interiorizar el trabajo de miles de artistas dedicados a la música, muchos de ellos, con trayectoria, con exposición internacional a su haber, siendo embajadores de nuestro país, cuna de folklore y de otras muchas vertientes musicales que se disfrutan ampliamente, como quien dice para todas las edades y para todos los gustos.

Es justo reconocer el esfuerzo de cada uno de ellos en su formación, en complementar trabajos regulares con su pasión, con apoyo familiar y con gestión particular. Sin embargo, hoy muchos abogan por una legislación más fuerte que les respalde al momento de insertarse de manera adecuada en una industria artística creciente, que incursiona en el mundo de la inteligencia artificial, con elementos no siempre favorecedores. Panamá es Pro Mundi Beneficio y eso representa orgullo, en la medida en que las condiciones sean cónsonas, equilibradas y justas, pues nuestro país da cabida a grandes artistas y también debemos apostar a ganador con la promoción de los nuestros, con genuino respaldo, asistencia económica y social. Los artistas panameños merecen lo mejor no por imposición sino por convicción!