- viernes 09 de septiembre de 2016 - 12:00 AM
Entre Pinilla y milicos
No hay semana que nuestro sistema político colapsado deje de crear más indignación en los ciudadanos que tratan de cumplir con su deber cívico de conocer qué hacen sus gobernantes.
No hemos salido de las mentiras del gobierno de que no habían reprimido en Gualaquita a los ngabes protestantes y de la negación de la ex viceministra de que el perro paseado no era el de ella y nos estallan dos bombas: una, las inmorales e ilegales jubilaciones especiales decretadas por un presidente panameñista que escribe su fe de erratas con respecto al antimilitarismos de la doctrina panameñista y otra, la bomba cínica de que Erasmo Pinilla anuncia que está considerando aceptar reelegirse como magistrado del Tribunal Electoral porque ‘varios diputados se lo han pedido'.
Por qué el presidente se mete a echarle sal en la herida de infinidad de ciudadanos que ya no lo estiman en lo más mínimo dándole privilegios a unos milicos que han incrustado en cargos públicos fuera de la Fuerza Pública? Absurdo lo mínimo o están esperando que hagan truculencias en sus cargos para ‘Proteger y servir' a una serie de integrantes del círculo cero del gobierno que se están llevando ‘el santo y la limosna'. Pero la revelación de Pinilla, un magistrado que Angélica Maitín denunció por nepotismo, con lo cual debió salir procesado por la Corte Suprema de su cargo, pero se jactó cínicamente y nada le pasó. Otra bellaquera descubierta de este funcionario fue que usaba el carro oficial para mandar a recoger a su esposa para llevarla a almorzar, seguimiento revelado por un diario de la localidad. Estos dos eventos denotan la catadura moral de este señor, que hace dos días cuestionó al Fiscal Electoral, el que evidentemente ha incumplido con sus deberes y él, Pinilla, que se ha percatado del delito de incumplimiento de los deberes del servidor público, no se ha dignado denunciarlo penalmente como le ordena la legislación vigente.
Así las cosas, vemos la ultra degradación de la vida institucional del Estado y poco pasa, porque luego de una serie de reacciones indignadas de sectores informados del pueblo, otro escándalo aflora y tapa al anterior.
Exprecandidato presidencial
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Así las cosas, vemos la ultra degradación de la vida institucional del Estado y poco pasa...