• martes 15 de marzo de 2016 - 12:00 AM

Entre hechiceros y curanderos

La salud pública debe protegerse a toda costa. Por desesperación, las personas pueden caer en manos de inescrupulosos

Esto es de locos! En tiempos en los que para las mayorías, los precios de las medicinas están por las nubes, y la calidad de la atención médica, es cuestionada a diario, asusta el número de médicos foráneos que ejercen de manera ilegal la medicina.

A eso súmese el descaro con el que los ‘profesionales de las ciencias ocultas' promueven con despliegue sus servicios a la comunidad, ante la indiferencia de las autoridades de salud.

La salud pública debe protegerse a toda costa. Por desesperación, las personas pueden caer en manos de estos seres inescrupulosos. El cinismo con el que prometen ‘amarrar' al ser amado, recuperar fortunas inexistentes, alejar la mala suerte, y sobre todo recuperar la salud, llevan a muchos incautos, a poner sus ahorros o preciadas posesiones materiales, en manos de estos expertos.

Y ni hablar de la cirugía cosmética, la que por sus inaccesibles precios, pone a hombre y mujeres deseosos de perfeccionar sus cuerpos, en manos de extranjeros que ejercen ilícitamente el lucrativo oficio. Cuando los habitantes de un país llegan a creer que la causa de sus problemas está en el ‘mal de ojo', o en el tamaño de las ‘bubys', la conciencia social está agonizante.

No le resto valor curativo a la medicina ancestral, ni creo que buscar la belleza le haga mal a alguien. Por su puesto, que la mayoría no recibe la cura prometida por el Chamán, y terminan arriesgando su propias vida en la aventura de someterse a una cirugía clandestina.

En el caso de los ‘brujos', no estamos cuestionando las creencias personales de la gente, ni tampoco pretendemos truncar los sueños de éxito de muchos, a costa de ‘una manita de bisturí'.

Todos afrontamos problemas de gravedad. El potencial transformador del ser humano, radica en su convicción de que sus penurias materiales sólo encontrarán solución en el trabajo individual y colectivo.

Lo demás solo no son sino salidas falsas o escapes, que integran nuestra cultura y visión de la vida, según la cual, somos víctimas de intrigas de los poderosos, y nos queda soportar en silencio, hasta que las tormentas se calmen.

Abogado y docente