- viernes 25 de marzo de 2016 - 12:00 AM
Encomiéndate a Dios
'Tengo un Dios Admirable en los cielos (Isa 9:6), y el amor de su Espíritu Santo (1Jn 5:7)'. Son los primeros versos de LAS AVISPAS, de Juan Luis Guerra. Lo hermoso es que cada verso –tanto los que reproduzco aquí, como el resto-, corresponden a un versículo bíblico, a una Palabra Y más que un canto, hay una SINFONÍA PERFECTA, un lugar, un momento, donde la Palabra…es todo: ¡la cruz! Extraigo sólo tres de las siete frases de Jesús allí: 1- ‘Dios mío: ¿por qué me has abandonado?' Aunque transmite angustia y dolor, Jesús se apropia del SALMO 22: un canto de confianza, liberación y salvación. ¿Confiamos tú y yo como Jesús, en nuestros episodios trágicos, en la liberación, salvación de lo Alto? 2- ‘Padre, en Tus Manos encomiendo mi espíritu'; es decir: Jesús no se entregó a la fatalidad, al fracaso…sino a quien le daría la victoria. Ante el inminente desenlace contrario del tribunal, ante un negocio por quebrar, un matrimonio que huele a divorcio o un diagnóstico fatal: ¿en manos de quien nos encomendamos tú y yo? 3- Y, finalmente: ‘hijo, ahí tienes a tu madre; madre, ahí tienes a tu hijo'. Jesús, en medio del suplicio se preocupó por las desamparadas, ignoradas, las avasalladas, las discriminadas: ¡por las mujeres! En nuestras tragedias: ¿pensamos, ayudamos, nos pronunciamos y hacemos a favor otros? ¡Qué lejos estamos de parecernos a nuestro modelo, a Jesús!, ¿no te parece?