- viernes 17 de enero de 2014 - 12:00 AM
Por encima del bien y del mal
Cuando el método científico y la pasión convergen en un mismo espacio, seguramente la estadística tratará de medir y pronosticar los resultados de la ecuación. En los procesos en los que participan los aspectos emocionales del ser humano, lo predecible orienta las tendencias y oculta las formas que conducen a la explicación lógica de los fenómenos sociales. Pensar que lo bueno es bueno y lo malo es malo, se constituye en el primer fracaso emocional que sufre un ser humano que se cree mejor que el resto de la humanidad. Los preceptos morales y normas de convivencia, que han hecho grandes a algunos personajes de la historia, terminan constituyéndose en modelos buenos o malos, dependiendo de la óptica con que se mire.
Si una persona que ejerce mando es corrupta y posee conductas moralmente incorrectas, los patrones sociales podrían indicar, por lógica, un rechazo en cuanto a la estima que recibe respecto a su entorno. No obstante, esta distorsión, comúnmente asociada a la autoestima de cada ser humano, lleva consigo inserto algunas condicionantes para cada caso. El voto es algo emocional, por lo que una sensación de bienestar o desavenencia, generalmente produce estímulos contrarios a los efectos lógicos esperados por los seres humanos que se perciben superiores al resto de la humanidad. Pensar que una sociedad está carente de valores y de moral, producto de una respuesta social contraría a una creencia personal, explica una conducta irracional basada en un complejo de autoestima.
La oferta electoral de un país y la aceptación por parte de la población se forma y deforma todos los días. Son los eventos puntuales y cotidianos los que influyen directa o indirectamente en la aceptación o desaprobación de una gestión. Lo cierto es que a menudo los mercaderes manipulan los conceptos a favor o en contra de algunas ideas para endurecer o debilitar la opinión acerca de un tema específico dentro de una muestra científica. No es lo mismo aceptación que aprobación; como tampoco lo es desaprobación y rechazo. La manipulación está contenida, por lo general, en los términos y en el énfasis empleado en la metodología y en la ficha técnica.
La mayor parte de las personas se encuentran sumergidas en una vorágine social que manipula su conducta y la toma de decisiones. Los medios de comunicación son la plataforma para mercadear ideas, por lo cual las empresas, las fundaciones y las organizaciones políticas destinan recursos millonarios para tratar de sumergir dentro de la turbulencia cognoscitiva a los grupos socialmente vulnerables, a fin de sacar provecho de sus decisiones, en favor de una idea o de un proyecto que requiera aprobación. El detalle está en que para la aprobación, primero se debe transitar por la aceptación.
* PERIODISTA