- martes 05 de abril de 2011 - 12:00 AM
¿Encender una vela o maldecir la oscuridad?
Tantas veces escucho a las personas criticando a ‘los políticos’ que me pregunto ¿cómo es que no saben ‘El Secreto’ para que las cosas dejen de ser como no les gusta? ¿No saben que hay una fórmula infalible para acabar con la oscuridad? ¿No saben que el verdadero cambio está al alcance de su mano? ‘El Secreto’ es ‘Participar’, la ‘Fórmula’ es ‘Encender la Luz’, es ofrecer a los electores otras opciones organizadas que integren los valores y propuestas que decimos que ‘los políticos’ no ofrecen ni representan.
Los científicos nos explican que el frío no existe, solo existe el calor o la ausencia de calor y que no existe la oscuridad, solo existe la luz o la ausencia de luz. Extrapolando estos conceptos, no existiría la corrupción sino la ausencia de virtud, no existiría la mentira sino la ausencia de la verdad; no existiría la ignorancia sino la ausencia de conocimiento. Esto significa que lo que nosotros percibimos como corrupto, falso o ignorante es solo el vacío que nosotros mismos hemos permitido a la virtud,a la verdad y al conocimiento.
¿Alguna vez ha estado el lector en un lugar absolutamente oscuro y ha encendido una luz? ¿Ha notado cómo la luz se expande sin obstáculos a lo largo, ancho y alto del vacío de la oscuridad? Pero también habrá notado que mientras m ás grande es el espacio, más se va debilitando la luz conforme se aleja de la llama que la emite. Esa sensación de ‘debilidad’ puede hacer que muchos digan ‘yo no puedo iluminar toda esta oscuridad’, y decidan por ello ‘apagar su luz’, otros dirán: ‘bueno, yo tengo una vela, pero no está encendida’, así que deciden guardarla y quejarse de la oscuridad. Pero ¿qué pasaría si varias personas se van acercando al que tiene su llama encendida y deciden tocar esa llama con sus velas? El que tiene la llama se daría cuenta de que cada vez que une su llama a una vela apagada aumenta la cantidad de luz, pero su vela no pierde nada de su propia fuerza . Los que se han acercado a buscar luz se darían cuenta que ellos pueden acercarse a otras velas apagadas y darles luz de su propia vela. Todos irían comprendiendo que al compartir su luz de forma organizada y generosa va ‘desapareciendo’ la oscuridad, y en poco tiempo habrán iluminado todo el lugar.
Si todos los que se quejan de la oscuridad decidieran buscar luz para su vela, podríamos cambiar este País.
EL AUTOR ES ABOGADO Y PRESIDENTE DEL PARTIDO POPULAR ( PP).