• sábado 08 de febrero de 2025 - 3:20 PM

¡El presidente sí necesita compañeros de viaje!

¡Torrijos no viajó sólo; se acompañó de gente pensante, conocedora del tema

Desde hace un mes le dije a una reconocida profesional de la medicina que me haga un perfil sicológico de varias personas. Entre ellas está el presidente José Raúl Mulino.

Mi intención es comprender mejor al paisano ¿Cuál fue el éxito de Omar Torrijos Herrera en las negociaciones que terminaron con la firma de los tratados y la devolución del Canal? ¡Torrijos no viajó sólo; se acompañó de gente pensante, conocedora del tema; inteligente y con ganas de defender los mejores intereses de la nación! El cholo de Veraguas entendió, desde el principio, que su lucha iba a ser larga.

La ventaja que tuvo en su momento fue la presencia de Jimmy Carter en la presidencia de Los Estados Unidos de América. Ahora, nuestro presidente mide fuerzas con una persona que habla tres idiomas, el de la locura, el de sin filtro y el de poco me importa. Desde esta tribuna ofrezco mis servicios y lo que he aprendido a través de la experiencia. Lo hago sin pensar en retribuciones económicas. Pienso que el presidente necesita escuchar a personas que no estén dentro del sancocho. Tal vez, por esa razón, serían más asertivas a la hora de aconsejar y orientar al mandatario. Los que están en el sancocho pudieran no ser tan eficientes debido al temor de decir las verdades por aquello de que quien los nombró es el presidente.

En estos escenarios habrá los que se arrastran, son los que no expresan lo que sienten para no desagradar. Son los que aplaudirán para ganar réditos con quien dirige la nación. Esto me lleva a recordar cuando el presidente Endara demandó a un caricaturista.

Los abogados de su entorno y varios asesores más viejos que yo lo animaron a poner la demanda por calumnia e injuria. Cuando me pidió la opinión le manifesté que una caricatura es para divertirse, para reírse de ella. Que no le encontraba razón a la demanda. Mi voz fue ahogada por siete personas quienes, en calidad de asesoras, convencieron a Endara de la demanda. Al final de la historia, el presidente se dio cuenta de la metida de pata y me pidió consejos.

Le dije que debía invitar al caricaturista Joaquín Carrasquilla a un almuerzo en la presidencia y luego disculparse. Así se hizo y el final fue feliz. ¿Qué le aconsejarán hoy a Mulino con tantas frases hirientes y caricaturas extremas? Solo me queda decirle que la prudencia es la mejor arma. La tormenta pasará y es mejor recoger las hojas caídas de los árboles que muertos en la carretera. Presidente Mulino me ofrezco para acompañarle en este viaje. Actúe como Roberto F. Chiari quien buscó hasta opositores para que lo ayudarán a enfrentar la crisis del 9 de enero de 1964. Abrazos y que Dios nos bendiga.