• domingo 18 de mayo de 2025 - 12:00 AM

El pragmatismo político de Torrijos (4)

El Gobierno del General Omar Torrijos Herrera, demostró en todo momento ser un “gobernante político pragmático” y mucho más con respecto a las negociaciones canaleras, como lo hicieron en sus momentos los políticos de antaño. De la dictadura dura pasó a la dictadura blanda.

De controlar la radio, televisión y periódicos por 9 años, sin ninguna expresión de libertad pública, a la de permitir el “veranillo democrático” que logró el debate democrático de los Tratados Canaleros, luego de la conversación con grupos opositores universitarios a su Gobierno Militar el 14 de septiembre de 1977.

Entre septiembre y octubre de 1977, gracias al “veranillo democrático”, la libertad de expresión logró que los panameños conocieron los pros y los contras de los tratados firmados en la OEA. Gracias al Centro de Estudiantes de Derecho (CED), logramos manifestarnos en las calles con el “No Patriótico”, el martes 18 y viernes 21 de octubre en vísperas del Plebiscito del domingo 23 de octubre de 1977 y no nos pudieron enterrar como prometió el Jefe Negociador, Rómulo Escobar Bethancour con los 800 mil votos SI en su arenga universitaria.

Del “pragmatismo político de Omar Torrijos”, el más elocuente, fue la aceptación del Tratado de Neutralidad Permanente o a Perpetuidad en 1977 con todas sus futuras consecuencias y las “enmiendas potables”, impuestas por el Senado Norteamericano en abril de 1978. Ese “pragmatismo político de Torrijos”, logró que el Canal de Panamá en una transición ordenada de 23 años, llegara a manos panameñas en 1999, después de casi 100 años de control norteamericano.

El Tratado de Neutralidad sigue vigente con todos sus peligros como decía Omar Torrijos, porque viviremos “Bajo el Paraguas del Pentágono”. Y esos peligros solo pueden ser ahuyentados por los panameños, mediante la capacidad de la “negociación” en los propósitos de mantener la República Independiente y el Canal en manos panameñas.

Los momentos actuales, exigen de nuestros gobernantes, “pragmatismo político” para negociar frente a las amenazas de Trump y del Imperio y a los grupos sociales protestatarios y opositores al Gobierno de Mulino, “pragmatismo político nacionalista”.

La ceguera, el sectarismo y la revancha política en estos momentos, son alimentos y buenos pretextos para la intervención norteamericana. Panamá es Primero.

Exlegislador de la República de Panamá