El pragmatismo político de las negociaciones canaleras (3)

La República Independiente de Panamá y el Canal de Panamá en 1903, se plasmaron gracias a las habilidades políticas de los próceres conservadores y liberales con el “pragmatismo político” que recomendada el momento. La historia panameña nos muestra el camino: 1904, 1925, 1936, 1941, 1947, 1955, 1963, 1967. En todas esas negociaciones con los EE. UU., avanzamos en nuestras aspiraciones de perfeccionar la República Soberana.

Después de la Gesta de enero de 1964, el Presidente Roberto F. Chiari, logró sacarle al Presidente de EE. UU., Lyndon B. Jhonson, la negociación de un nuevo tratado para “resolver las causas del conflicto”. En 1967, Panamá y los EE. UU. habían logrado firmar 3 tratados que no se pudieron presentar en la Asamblea de Diputados para su aprobación o rechazo.

En 1968, llega el Dr. Arnulfo Arias a la Presidencia de la República y en 11 días de mandato es depuesto por los jóvenes oficiales de la Guardia Nacional. Omar Torrijos Herrera, se convierta en el Comandante Jefe para 1970 y asume el liderazgo de lo que llamaron la “revolución de octubre”. Aconsejado por la izquierda y la derecha amiga, entiende que tiene que ganarse el favor popular y planteó nuevamente la negociación canalera con los EE. UU.. La izquierda le montó el tinglado internacional de nuestras demandas y el populismo interno con reformas novedosas. Negociadores iban y venían, hasta que, en agosto de 1977, el Negociador jefe de EE. UU., Bunker llegó a Panamá con los DOS TRATADOS, lo “firman o no hay tratados”. El 1 de septiembre de 1977, Omar Torrijos anunció la firma de los tratados sin que se conocieran los mismos. El 7 de septiembre Omar Torrijos en presencia de Presidentes Democráticos y Dictadores, firman en la OEA los Tratados llamados Torrijos-Carter: un tratado sobre la Administración del Canal y las áreas canaleras y el Tratado de Neutralidad Permanente o a Perpetuidad. En la misma OEA, Omar llamó a ser cuidadoso con el Tratado de Neutralidad y nos dijo a los panameños que estábamos “Bajo el Paraguas del Pentágono”. Omar olía el tocino, pero el “pragmatismo político”, lo llevó a firmar los dos tratados en la esperanza que las “nuevas generaciones” lograrían nuevos avances.