Los panameños por nuestra pequeñez, poca población y pobreza solemne, hemos dependido de las circunstancias y oportunidades para intentar la Independencia de España primero y la Separación de Nueva Granada o Colombia después.
La presencia de los EEUU en el Istmo se inició con el Tratado Mallarino Bidlak de 1846 con Colombia, haciendo difícil la Separación de Panamá y pronto los intereses económicos de EEUU se hicieron presente en el corazón del Istmo con la construcción del Ferrocarril por una empresa de USA.
Para 1903, las coordenadas internacionales, la desesperación istmeña por la quiebra del Canal Francés y la Guerra de los Mil Días, va a presentarle a conservadores y liberales, la oportunidad de dar un salto cualitativo en las aspiraciones panameñas. La alianza “pragmática” con los EEUU desde entonces, unidos los panameños para la construcción del Canal, como esperanza de una vida más próspera, los Gobierno panameños van a convivir con los EEUU, con no pocas protestas, ante las interpretaciones impositivas sobre los intereses de una República Independiente, producto del Tratado del Canal firmado con los EEUU en 1903. Así intentamos reformar las relaciones de aliados en 1904, 1925, 1936, 1955, 1963 y 1967.
El “pragmatismo político” panameño ha logrado ir perfeccionado la República Independiente. El último avance en esa dirección fueron los Tratados Canaleros de 1977 con su Tratado de Neutralidad y sus enmiendas en 1978. Luego vendrán por parte de los EEUU los famosos “acuerdos o “entendimientos” (más de 20), con los Gobiernos panamenos sobre: narcotráfico, migración, seguridad canalera y lavado de dinero. Pero no nos quitaron ni el Canal ni la República. Tampoco somos el único país que firma estos “acuerdos” o “entendimientos” con los EEUU.
El “pragmatismo político” de los panameños nos enseña desde 1903, que podemos seguir siendo República Independiente y desde 1979 que podemos Administrar el Canal, nuestro mayor recurso económico para nuestro propio beneficio.
Las amenazas de Trump y su Imperio contra Panamá con el Canal, amenaza también al mundo entero con los “aranceles”, esta nueva realidad exige “pragmatismo político”, hoy más que nunca. En esta lucha contra el Imperio estamos solos.
No juguemos con la cadena del Gorila, ni juguemos al guerrerismo panfletario. Ya vivimos una experiencia en 1989.
Ojo que el Cristo es de plata...
El “pragmatismo político” panameño ha logrado ir perfeccionado la República Independiente.
