El camino del infierno está empedrado de buenas intenciones

  • martes 09 de julio de 2024 - 12:00 AM

El presidente José Raúl Mulino tomó posesión de su alto cargo el pasado 1º de julio, con un discurso que buscaba un consenso social sobre la base de enfatizar promesas que llenen de ilusiones a una población acuciada por una acelerada precarización económica; luego de lograr cohesionar a los partidos tradicionales (después de la derrota electoral sufrida por la mayoría) en torno a la elección de Dana Castañeda, como presidenta de la Asamblea Nacional.

Y es que después de haber obtenido el 34% de los votos le urgía garantizar la llamada gobernabilidad, con el apoyo de una alianza política mayoritaria en el palacio legislativo. Así también obtener el apoyo de los poderosos sectores económicos del país, anunciando un gobierno 100% de empresa privada y marcando una distancia con su mentor político, en sus declaraciones públicas.

Seguir sintonizándose con la población panameña, más allá de la campaña, exigía seguir hablando en contra de la corrupción, por lo cual el gobierno ha dado a conocer mediáticamente en su primera semana de gestión, su empeño en “quebrar las botellas” (funcionarios que cobran salario sin ir a trabajar), ya sea en el Órgano Legislativo, en las Alcaldías o Juntas Comunales; así como en divulgar las condiciones deplorables en que las autoridades locales han encontrado sus oficinas y con pérdida de archivos e información contable y digital.

No dudamos de la buena fe con la que algunas autoridades recién electas buscan realizar su gestión, sobre todo de los sectores de libre postulación, ya sea denunciando planillas abultadas o delitos cibernéticos, o bien, proponiendo anteproyectos de ley que hagan pública las actas del gabinete o que regulen la transición de Juntas Comunales y Municipios.

Pero, como dice el refrán: “El camino del infierno está empedrado de buenas intenciones”. Aunque haya supuesta buena voluntad y atractivas promesas electorales, por parte de los candidatos electos, hay todo tipo de limitaciones estructurales que tienen que ver con las componendas, negociaciones e intereses políticos y económicos que se imponen en la realidad.

Mientras no hayan cambios de fondo, tanto del modelo económico vigente que genera mayor pobreza y exclusión social, como del sistema político electoral que asegura el poder a una élite económica, transitaremos en un mismo círculo vicioso gatopardista.

Y fíjese que Mulino sólo se refirió de pasada a una “reforma integral del Estado”, que dijo que después la desarrollaría.

Últimos Videos
comments powered by Disqus