Desde que Panquiaco, le enseñó a Balboa el Mar del Sur o Pacífico en 1513, el Istmo de Panamá se convirtió en eje importante, por su posición geográfica, en las exploraciones, conquistas y colonizaciones de nuevas tierras y nuevos reinos.
Por ese “camino de tránsito” de Nombre de Dios, Portobelo y Panamá, pasaron riquezas de aquí y de allá. Por ese “camino de tránsito” fuimos codiciados por las potencias marítimas de aquellos años.
El “camino de tránsito” se va a ir modernizando según las necesidades y con ellas también los rumbos económicos y políticos de los istmeños, en especial las ciudades de Portobelo ayer y Colón hoy, como Panamá y sus alrededores, llegando también a pueblos interiores.
Después de nuestra Independencia de España, los panameños buscando protección y progreso para el “camino de tránsito” se une a la Gran Colombia de Bolívar que tiene como centro, el viejo Virreinato de Nueva Granada, cuya capital es Bogotá. Los istmeños estaremos ligados al ideal Bolivariano y derramamos la sangre en las Batallas de Junín, Matará y Ayacucho con el Batallón del Istmo en 1824.
Los panameños, frustrados por el centralismo granadino y el abandono del “camino de tránsito” intentaron en vano la separación y la Independencia de Panamá de Colombia en 1830, 1831, 1840, 1855 y 1862. Para proteger a Colombia del separatismo istmeño, firmaron el Tratado Mallarino Bidlack en 1846 con los EEUU para asegurar el control del “camino de tránsito” para ellos.
El “camino de tránsito” se modernizará obligado por las necesidades. Se construirá el Ferrocarril Transístmico y éste provocará la ruina de la ruta tradicional. Más tarde llegará el Canal Francés en 1880.
En 1903, la realidad le “saca la lengua” a los centralistas colombianos y los intereses gringos se imponen y los panameños conservadores y liberales logran la República Independiente y el progreso con el Canal Gringo de 1903.
El “camino de tránsito” ha sobrevivido, modernizándose desde hace 400 años y es necesario y urgente que el Nuevo Gobierno, inicie los esDios de un Canal a Nivel, ante que colapsara el Canal Gringo de hace 100 años, para asegurar por otros 100 años más, la República Independiente y el Progreso Nacional.
A jugar vivo y prevenir el colapso.
