• viernes 22 de septiembre de 2023 - 8:07 AM

El drama de los emigrantes

Las imágenes son crudas y el costo al medio ambiente por donde pasan los emigrantes nos deben llamar la atención

Con el tema de la emigración ya no caben las medias tintas o reacciones blandengues. Lo que una vez era un paso de pocas personas ahora se asemeja a ese movimiento de seres que abandonaban el yugo egipcio en los tiempos de Moisés.

Las imágenes son crudas y el costo al medio ambiente por donde pasan los emigrantes nos deben llamar la atención. Cierto es… tiene que prevalecer el espíritu cristiano, pero también ha faltado el comportamiento digno de los mandatarios de la región para llamar el problema por su nombre.

Todo se enmarca en una lucha donde la ideología puede más que el bienestar de los pueblos. Por un lado, existe una nación que nos vende un sueño y por el otro, hay gobiernos que, con tal de pegarle a ese sueño, aplican formas que asfixian a su población. Las calles de varias ciudades emblemáticas de Estados Unidos ahora son refugios improvisados de emigrantes. Las imágenes que nos llegan de Nueva York, de California y de otras, son espeluznantes. Poco a poco los latinos están desplazando a quienes llegaron desde Europa a formar una nueva nación. Un ejemplo lo tenemos en el estado de Florida.

Con el enfrentamiento entre el comunismo y el capitalismo, Estados Unidos permitió y acogió a los emigrantes cubanos. Son los que ahora dominan y gobiernan en esa región. Cuando tuve la oportunidad de hacer un tour por 14 estados de la unión observé cómo los norteamericanos se convirtieron en emigrantes en su propio país. Por aquello de la discriminación hacia los latinos se trasladaron de Florida hacia otras regiones de esa nación.

¿Pasará lo mismo con Nueva York? Dicen que el estado de California vive el mismo fenómeno que Florida. Los latinos, por aquella política permisiva de las administraciones, se están apoderando de esos territorios. Aquel inglés que una vez fue puro ahora se ha convertido en una lengua media llamada Spanglish. Pero ¿qué motiva a las personas a dejar familias, amores y la tierra que los vio nacer? Son pocos que lo hacen por aventura. La mayoría se mueve en busca de nuestros horizontes al observar que sus naciones, a pesar de ser prósperas, ahoga a quienes tienen otro pensamiento. Venezuela es un ejemplo de eso. Hace meses escribí sobre el tema y en un aparte solicité la parte más oscura y caliente del infierno para quienes actúan como tiranos. La emigración ha existido siempre a lo largo de la historia de la humanidad. Cada vez que un grupo humano, bien por razones climáticas, bien por factores económicos, políticos o sociales, se ha visto en la necesidad de trasladarse de su lugar de origen para afincarse en uno nuevo, está produciéndose una emigración.

Y los panameños no podemos darnos golpes de pecho sobre el infierno que viven lo emigrantes. En la década de 1980 hubo un éxodo de ciudadanos hacia otras naciones motivado por la prepotencia y los actos criminales de un puñado de militares y civiles que administraban a Panamá. Venezuela, Canadá y varios países de Europa fueron los destinos de panameños que salieron huyendo. Por suerte este fenómeno duró pocos años. Los venezolanos llevan más de 25 años en esta procesión. Y en Cuba el hecho de que ese país es una isla imposibilita la salida masiva de cubanos. Si fuera una nación con fronteras como la de todos los países de América del Sur, en Cuba solo vivirían los familiares de los revolucionarios. ¿Qué buscan los emigrantes cuando abandonan la tierra de sus amores? Buscan mejores oportunidades de empleo y mayores ingresos en otro lugar. Huyen de conflictos, persecuciones políticas o falta de libertades en su país de origen. Buscan un mejor nivel de vida, acceso a educación de calidad o atención médica. Se reúnen con familiares que ya han emigrado. Escapan de desastres naturales, cambio climático o condiciones ambientales adversas. Buscan oportunidades educativas superiores en el extranjero. Algunos emigran por la curiosidad y el deseo de experimentar nuevas culturas. Huyen de la persecución basada en su religión o etnia. Buscan un entorno más seguro y menos violento.

Pido orar por esos seres humanos que hoy atraviesan por penurias. Pido orar por esos gobiernos insensatos que propician esas olas masivas de emigrantes. Pido por mi gobierno para que abandone políticas frágiles y defienda los mejores intereses de la nación. Así como critiqué a quienes se enriquecieron con la pandemia también lo hago con quienes lucran con el drama de los emigrantes. Abrazos y feliz viernes.

Docente universitario